viernes, 6 de noviembre de 2015

Blacksad. Cine Negro en viñetas







 
Si hubiera que atribuir alguna representación cinematográfica a este gato detective nacido de Juanjo Garrido y Juan Díaz Canales, no sería el Sam Spade interpretado por Humphrey Bogart en blanco y negro (El Halcón Maltes) o el Nick Charles de la serie “El Hombre Delgado” pergeñado por William Powell. Este gato gasta modos y maneras del actor que hizo de la impasibilidad una de las bellas artes. Además su físico potente, su sentido del humor sarcástico y negrísimo, le aproximan más a los personajes de Robert Mitchum que a cualquier otro “husmeador” de la pantalla. Porque Blacksad es cine “noir” en estado puro. Cine en viñetas con sabor a metralleta Thompson con humareda, a “femme fatal”, a antro viciado con volutas de jazz. Una inteligente antropomorfización de los personajes, en las antípodas de los bonachones "animales-disneyanos", impregnado de las fábulas clásicas, los dota de entidad y de densidad dramática "Blacksad" es un rompecorazones para las “muñecas” que bailan en los infames tugurios de ls hampones o requieren su ayuda para resolver un caso doméstico. 

 



Las cuatro obras que componen este corpus: Un lugar entre las Sombras, Artic Nation, Alma Roja y El Infierno, el silencio, se complementa en la edición integral con una simpática historia corta sobre “El tío Sam”. Una escueta y ácida historia que funciona como un mecanismo de relojería. Casi un pieza de cámara. 

Se completa el álbum con los bocetos y diseños de los personajes para los aficionados acérrimos. Destaca sobre los entramados del guión el humor sarcástico del gato protagonista y la personalidad de otros animales como la garduña reportera Weekly. El desarrollo de estos cuatro evangelios del comic-noir está imbricado en los parámetros fundamentales del género, mixturando intriga con acción, sarcasmo con violencia explícita y utilizando los arquetipos del género: femme fatale, villano, compi del prota, etc. El apartado técnico es prodigioso. Dominio de la elipsis. Dibujos técnicos y palpitantes, encuadres estudiados como ángulos de cámara, detallismo gráfico o páginas-viñetas repletas de personajes. A destacar ese colorido “acuarelado” que impregna de nostalgia gris y sepia las páginas o el sentido del espacio. Juanjo Garrido comenzo ¿Cómo no? en el mundo del fanzine, escuela obligatoria, y en los concursos de comic. Tras realizar ilustraciones de personajes Marvel, decidió probar suerte en el mundo de la animación. Comenzó a realizar “layouts”, en Disney llegaría a trabajar en películas como Hercules, Tarzán o Atlantis. Tras una gestación de casi siete años surge "Blacksad", en formato tradicional franco-belga. Llegan también los reconocimientos y elogios (y las ventas) que son la guinda del pastel para sostener una industria y el trabajo artesanal de estos artistas. Autores comoWill Eisner (Spirit) Neal Adams (Conan)  Jim Steranko (Nick Fury) han elogiado el trabajo de esta bande dessinée que tuvo que ser publicada en Francia.

El Infierno, El silencio. 
Es la ciudad de Nueva Orleáns el lugar donde el detective tiene que encontrar al pianista “Little Hand”y ciertamente como reza la introducción el espíritu de la ciudad impregna cada rincón de la historia. Tonos sepias, calles del “quartier français” , cabareteras y stripers, vudú, comida criolla, clubes de jazz y viñetas con el “Mardi Grass” técnicamente apabullantes en amplia paleta de colores, donde ninguno es gratuito y cobran vida con significado propio.
Alma Roja. 
Argumento apasionante relacionado con la energía atómica como caja de Pandora, guerra fría y científicos arrepentidos, con homenajes a la generación beat. La estructura narrativa de las cinco viñetas finales sin diálogos, en tonos marrones y sepias es de verdadera antología.  


Arctic–Nation. 
Una narración sobre el racismo en tonos ocre, habitada de nieve y hojas secas. Dura parábola donde en el "drive-in", los protagonistas visionan una escena de “La Humanidad en Peligro”, aquella otra parábola sobre la energía atómica y sus consecuencias, con hormigas mutantes amenazando el planeta. Dura y seca aventura, tipejos con capuchas, disfrazados como el Ku-klux-klan. Clímax con una cierta justicia poética para los malvados. A destacar el amplio dominio en la expresión de los personajes.
Un lugar en las Sombras. 
Primera aventura del detective gato, investigando el asesinato de una actriz que fue su compañera sentimental. Premio al mejor autor revelación y a la Mejor Obra del Salón del Comic de Barcelona. Fue uno de los más vendidos en Francia. Un “noir” con todos los parámetros del género. Viñetas de callejones, cementerios y antros, plenas de detalles y escenas nocturnas, farsas policiales para sostener la muerte del villano y toda la parafernalia del género negro más auténtico en un guión sólido y perfecto.
Amarillo. 
Una historia de detectives casi una "road movie", donde el protagonista tiene que llevar un vehículo por carreteras polvorientas hasta Tulsa. En el camino irá encontrando una serie de personajes llenos de entidad que vinculan la trama: artistas circenses, moteros, picapleitos trapicheros, "pies planos" y escritores atormentados en una visión de los 50 en EE. UU. lúcida y nostálgica donde no  faltan las largas rutas por carretera, los trenes o los campos de trigo. Los clichés del género están manejados con sabiduría y ritmo narrativo. Un álbum con escenografía más limpia y menos recargada que los anteriores, mayor luminosidad y escasos oscuros.
Como curiosidad añadir que Garrido es guitarrista en le grupo “Slumberland” todo un homenaje al cómic, ya que era la tierra adonde viajaba “El Pequeño Nemo” Todos los componentes de la formación, son autores de cómic.

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Blacksad es un detective con gabardina, escapado de las páginas de Raymon Chandler (autoconsciente de ello), aficionado al tabaco y las mujeres. De gatillo rápido y puños aún más rápidos, que trata de sobrevivir con sus conceptos morales en un mundo que carece de ellos. Se codea con la “bofia” y los hampones a partes iguales. Un antihéroe de estética bogartiana, un romántico de afilada y sardónica lengua, siempre con el cargador repleto.No cabe duda que este Philip Marlowe felino que se juega sus siete vidas por un concepto particular del honor, es de lo mejor que ha dado el cómic en los últimos años a nivel visual e imaginativo. Una obra maestra del cómic Europeo. 


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