No
es difícil contagiarse de la inocencia y espontaneidad de un coro de voces
blancas y dejar de lado los detalles técnicos, pero en el caso de los cantorcitos
la nueva hornada de Amadeus-In Infantil, es que; además; no se les puede objetar
nada. Interpretan con acierto, se divierten y divierten al público (y familiares),
bajo la supervisión de Alonso Gómez Gallego, alma mater de esta agrupación. Un programa de raíz navideña sirvió
para presentar a la nueva generación del coro. Las hermosas voces elevaron
villancicos tradicionales como “Yo soy
Farolera” y “Buenas Tardes Amiguita”
recogido por el director en Puebla de las Calzada, que rezumaban acervo popular
y que, los cantorcitos, también
acompañan con expresión corporal.
Emocionante el Padre Nuestro recogido por Ángela Capdeville. A continuación
interpretaron la melodía popular gallega Compañeira”
con arreglo de Julio Domínguez”, “Sesere
Eeye; una canción popular de las isla Moa del Estrecho de Torres. Esta canción
habla de un martín pescador (Sesere) que bucea y la danza imita al pájaro saliendo
del agua. Está escrita en un mezcla de idiomas de las islas del estrecho del
Pacífico Sur y fue encontrada en "Reports
of the Cambridge Anthropological Expedition to Torres Straits, Volume 5"
(1901). Muy hermosa la melodía japonés “Hakai
Hana”, que es un trabajo de la compositora Mie Nakabayashi (Flor Roja, Flor
Blanca), basada en un tradicional japonés. Una historia de amor de un joven que regala una flor roja su novia, que
se convierte en algo tan bello como el sol. Cuando le regala otra flor de color
blanco, se convierte en algo tan hermoso como la luna.
También
escuchamos un estándar de la polifonía anglosajona: “Joy of the World”, que llenó
de alegría la iglesia. Este cronista,
mucho más cercano al concepto de villancico anglicano, que a nuestro
tradicional villancico hispano, disfrutó de este himno basado en un salmo del
Antiguo Testamento. Una partitura que parte de Isaac Watts; y está compuesto de fragmentos
de diversos compositores ensamblados a lo largo del Atlántico y Estados Unidos.
En este caso fueron utilizados
los arreglos de Lowell Manson. Esta obra es todo un ejemplo del "fuging
tune", propuesto por el compositor William Billing. El tramo final estuvo
lleno de sabor de la Pascua con clásicos como “Hacia Belén va una burra”, “Arre
Borriquito”, en versión de Ambrosio del Castillo y Adaptación de Tomas Sánchez.
Para cerrar, el himno navideño por excelencia “Noche de Paz” y el
imprescindible “Adeste Fideles,” obras que la sección infantil de Amadeus llena
de esa alegría y frescura que es su marca. Es imposible no rendirse ante la
ilusión y la frescura que imprimen los “cantorcitos”. Algunos de ellos formarán
parte en un futuro de otras agrupaciones, vivirán la solemnidad de Vitoria, y
Morales, se acercarán al extremeño Vásquez. Otros, por circunstancias de la
vida, no continuarán. Pero unos y otros ya habrán dejado momentos inolvidables,
llenos de candor y belleza. Enhorabuena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.