jueves, 28 de marzo de 2019

Hostiles. Un western honesto y salvaje.


                                     


Hostiles” podría formar parte de esa tesis que presenta a los hombres blancos como depredadores de los verdaderos nativos en la línea de “Soldado Azul”  (Ralph Nelson. 1970), parábola de la guerra del Vietnam, o “Dances with Wolves” (1990. Kevin Costner), con su mensaje anticolonialista y ecologista. Pero la propuesta de Scott Cooper (Corazón Rebelde, Black Mass, La ley el más fuerte) tiene muchas más aristas. Dentro de una propuesta con reminiscencias clásicas, el director consigue narrar una historia “de siempre”, es decir un drama de raíces clásicas, utilizando todos los estilemas y el armamento del género. Cooper sabe narrar, y se toma su tiempo para ello. 

El tempo es pausado (excesivo para quienes esperen balaceras y parafernalia al uso), que también las hay, pero en su justa medida. Después de la terrible escena inicial, el viaje iniciático de los protagonistas no apasionará demasiado a los amantes de la pirotecnia visual. El director cocina a fuego lento las emociones, las vivencias y los claroscuros de un grupo de personajes condenados a convivir a su pesar. Christian Bale extrae de su oficial resentido, cruel y taciturno, uno de sus mejores papeles. Personajes a la búsqueda de la redención en un entorno existencialista, donde  la fatalidad planea sobre todos los personajes, que deben hacerse cargo de sus actos. En el debe de este soberbio film, podríamos anotar el deseo de que se exprimiera más el personaje de la excelente Rosamund Pike. Wes Studi nunca decepciona las expectativas como un jefe guerrero en sus últimos días. Scott reúne un grupo e personajes variopintos y nos introduce en sus fantasmas personales. Les hace convivir y enriquecerse con el forzado contacto. Conforme  avanzan en el conocimiento del otro, la visión que tenían de su enemigo empieza a cambiar y que ambos encuentren la redención que están buscando. Pero aquí no hay un verdadero happy end. Cuando comienzan los títulos de crédito, sabemos que en realidad no se ha arreglado nada. Si Bale (Capitán Blocker) y el jefe Cheyenne “”Halcón Amarillo” (Wes Studi) han odiado de forma unidimensional al enemigo, sin percibirlos como personas, cosa que aprenden durante el viaje la realidad es todo continúa igual. Los antiguos enemigos, se unen contra un enemigo común, los cheyennes, a los que ven de forma unidimensional como antaño hicieran entre ellos.

La utilización fordiana del paisaje es sobresaliente, con largas panorámicas (Masanobu Takayanagi) y recreación del espacio vital (Arizona, Nuevo México y Colorado), tan desolador como las propias vidas de los protagonistas. Otra de las bazas fuertes es la interpretación de Ben Foster, cuya aparición como prisionero, destinado a un tribunal militar,  nos informa del motivo del tormento del capitán. Ambos fueron partícipes en la matanza de los lakota en Wounded Knee. Los diálogos entre ambos sobre la justificación de la violencia son de lo más intenso y esclarecedores acerca de las motivaciones y fantasmas que sobrevuelan el  guión. Scott Cooper consigue que no empalicemos demasiado con los protagonistas. 
No es ese el objetivo, nada de crear una historia maniquea de buenos y malos. El mensaje es sombrío, desconcertante, desasosegador hasta el último fotograma donde compartimos el cansancio vital del protagonista. Un soplo de aire fresco en el territorio maltratado del western.


 


martes, 19 de marzo de 2019

Ciclo Juan Vásquez 2019. Concierto VN. “Lachrimae” Sonia Gancedo (Contralto), Victor Sordo (Tenor), Manuel Minguillón (Archilaúd y laúd)


                                  

                         Ciclo Juan Vásquez 2019. Concierto VN.
                                                   “Lachrimae”

Sonia Gancedo (Contralto), Víctor Sordo (Tenor), Manuel Minguillón (Archilaúd y laúd)

Nada hay más universal que la melancolía. El hombre parece destinado a destilar sus sentimientos,cribándolos; en mayor número de ocasiones; en el tamiz de la tristeza que en el de los gozos. Reflejo de ello, son las obras musicales que nos hablan de suspiros, lamentaciones varias y sollozos. Cada país acoge la expresión del sentimiento acorde a sus características vitales y sociales. Buen reflejo de ello es este programa que VN nos presentó en la clausura del Ciclo Juan Vásquez. Una paleta cromática de sentimientos diversos, de afectos no correspondidos y de lamentos elegíacos. Cada uno refleja, en la forma y el fondo, las tribulaciones del autor  y sus vivencias, cautivos de sus orígenes y experiencias vitales.
La cantata a dos voces y continuo “Lamento degl´occhi per non potersi vedere l´un con l´altro”, fue desgranada por Víctor Sordo y la contralto Sonia Gancedo. Tras una deliciosa y reposada introducción al archilaúd (casi una pavana), de Manuel Minguillón, dio paso a los ecos de un inconfundible e italianizante sabor. Una muestra de la calidad que el género de los duetos barrocos (aparte de Händel), alcanzó en la época. Los círculos aristocráticos demandaban este tipo de duetos a partir de 1680. El dúo, extrajo la mediterránea sensualidad que solicita la obra del organista y autor de cantatas Cristoforo Caresana (c.1640-1709), sin perjuicio del gusto por el contrapunto del norte. Caresana fue uno de las mayores figuras musicales napolitanas de la segunda mitad del siglo XVII. Las voces se fusionan o forman contrastes según los requisitos dramáticos de cada pieza en Europa.

 
La obra de Monteverdi “In un Fiorito Prato”, (Acto II. Orfeo), desgranó un profundo sentimiento en ese “recitar cantando” florentino, al que el autor insufló esa emoción que rompía el rígido esquematismo, llenándolo de humana vibración. Se extrajo con solvencia y técnica el pathos que solicita esta partitura, que anuncia el paso del Renacimiento al Barroco.

Manuel Minguillón arrancó precisas y emotivas notas a la “Toccata del Sr. Arcangelo”, compuesta por el organista y archilutista Arcangelo Lori (Arcangelo del Leuto.1615-1679). Un bello y melancólico ejercicio de digitación que con profusión en el uso del bordón y abrupto finale. (Libro di leuto di Giuseppe Antonio Doni" (Perugia sec. XVII), p. 50-51). Lori al parecer nació en Roma. De su actividad como archlutiste y virtuoso teórico, solo queda un ejemplo: La Toccata de S. Arcangelo, presente en el (Libro de Leuto de Giuseppe Antonio Doni (manuscrito conservado en el Archivo Estatal de Perugia, Arch. Fiumi Sermattei, VII.H. 2, c. 25, ver Fabris).

 
La monteverdiana “Tu se’ morta” fue estrenada en el Carnaval de Mantua (1607). Es un airoso del acto segundo de “La favola d´Orfeo”. Riqueza expresiva en los matices, definición en los distintos estados anímicos y control en los acerados agudos cuando habla de subir a las estrellas, y en los graves cuando habla de descender a los abismos. Una interpretación íntima y dolorosa, para la tristeza que requiere este recitativo, donde Orfeo ha recibido la noticia de la muerte de su amada Eurídice. Monteverdi juega ingeniosamente con tres notas, para describir el dolor y la desesperación.  Un intervalo inicial impresionante (Si bemol, fa diesis y resolviendo en sol natural). El juego armónico es de impresionante belleza.

El bloque italiano finalizó con la interpretación de la Cantata a dos voces sobre la Ciaccona “Lagrimosa beltá”. Un compás, cuando menos atrevido el de la Chacona, cuyo ritmo ternario, festivo y erótico,  quizás no es el más adecuado para la expresividad de la melancolía o para el contenido de la letra. Uso del rasgueo en la cuerda,
La lluvia llega a una hora,
Después la serenidad, y después el rayo,
El trueno.
Quien se mostró cruel
No merece el perdón,
Y los que son infieles
a los amantes y atinaron con la f lecha del
impío rigor
les espera lo mismo.
Expresividad para diluir los distintos estados anímicos, fresco diálogo entre las voces y gran belleza melódica. Giovanni Felice Sances (1600-1679) es más conocido por su precioso Stabat Mater. Esta cantata es la número doce de su segundo libro de cantatas.
Quizás para el oyente de raíces latinas la sección alemana es la que mayor “dureza” ofrece al oído, debido a la pronunciación del alemán. Un idioma que se nos antoja escasamente expresivo o musical.

Johann Hermann Schein importó las referencias estilísticas italianas a la música germana. In grossen traurigkeit (Johann Hermann Schein: Sämtliche Werke, 2 Bd.
Leipzig: Breitkopf & Härtel, 1914. Plate J.H.S. II. Arthur Prüfer (1860–1935) está inspirado en 2. Corinth, l.v. 5, nos habla de una gran tristeza. Tras una delicada introducción de Manuel Minguillón, el dúo se sumerge en un torrente de intenso poderío vocal.

Sonia Gancedo, con hermosos adornos en la zona instrumental, interpretó  la profunda congoja de “O meine Seel, warum bist du betrübet?”. Esta es una partitura pausada con profusión de negras, blancas y escasas redondas. Una obra que habla de la tristeza del alma, perteneciente al Symphoniarum sacrarum III, Op. 12: No. 22, O meine Seel, warum bist du betrübet, SWV 419. Casi no ha sobrevivido la obra secular del turingio  Heinrich Schütz, que bebió de las fuentes de la escuela veneciana y los compositores de la escuela holandesa, siendo uno de los últimos autores que escribió en un estilo modal, con uso intensivo de la imitación y sensibilidad extrema en los acentos. 

Ach, dass nicht die letzte Stunde”. BWV 439.  Para esta obra de Bach, el archilaúd presentó una cadencia melancólica. Se introduce el tenor a capella, le responde la cuerda con hermoso parlamento e impecables acordes, después se hibridan en intenso diálogo. Esta es una de las partituras “dudosas” de las que publicase el editor Shemelli en Leipzig. La autoría es cierta tan solo para tres de las canciones del Gesangbuch. Posiblemente, Bach escribió líneas de bajo para las otras y modifico algunas melodías.

 


Finalizó el bloque germano (tan ajeno al oído mediterráneo) con la partitura de Johann Hermann Schein  Ach Amor du liebstesgott”, con un intenso prólogo de Victor Sordo que culmina en dúo. Un entretenido interludio de Manuel Minguillón ilustró sobre las características de los instrumentos, la forma de ejecución y otras anécdotas.

En el segmento ingles del concierto, el cambio cromático es notable respecto a la tradición alemana. Victor Sordo engarzó instantes descriptivos de profunda tristeza para el “Oh Theseus”, perteneciente al “Ariadne´s Lament” del organista Henry Lawes (1659-1695). 1669 in Select Ayres and Dialogues to Sing to the Theorbo-Lute or Basse-Viol, book 1. Desde el inicio de esta obra, queda patente que ya nos encontramos con un barroco rabiosamente británico, pleno de la nostalgia insular del periodo.

Flow my tears” (The Second Booke of Songs or Ayres” para voz y laúd de 1600), es un estándar de concierto, La obra del más melancólico de los compositores ingleses, es de una sutil delicadeza. En el sonido sosegado del laúd esta composición (antaño Lachrimae Pavan), encuentra el reposo al que invita la forma de pavana de este motivo lagrimeante. Un aire silábico de John Dowland (arreglado de alguna obra predecesora), que desciende desde el la hasta el mi, tono por tono. Esta es una de las composiciones más hermosas de este periodo. El laudista extrajo un sonido hermoso y pulcro, con ese intervalo de cuarta descendente, que evoca la lágrima que resbala. Bellos instantes en que, la soprano adensa la voz para evocar. Intensa y renovada línea vocal (a diferenta de sus obras estróficas), con ese delicado dibujo armónico que es el “alma mater” de la pieza: and teares, and sighes, and groanes” (re/fa, fa/la, la/do), gradación que cualquier aficionado puede reconocer. Una paleta cromática ascendente, que describe los infortunios y tristezas que el autor vivió y reflejó en esta inmensa obra, que bebe de la teoría helénica del tetracorde. Tras ella, compondría otras pavanas en modo eólico. Second Booke of Songs (1600), el cual está dedicado a la condesa Lucy de Bedford y fue compuesto cuando Dowland todavía estaba al servicio de Christian IV de Dinamarca.

Del mismo compositor, con certera pulsación, el laudista, Manuel Minguillón, arranco un eco nítido, con hermosas transiciones para desvelar ese “sonido Dowland” que dibujan las cadencias lentas de la pavana “Lachrimae, asociada orgánicamente; sin dudas; a la anterior obra del concierto.

La ausencia de Purcell en un programa de estas características hubiera sido un anatema. El mejor de los compositores ingleses solicitó del regreso del archilaúd para el dúo “Lost is my quiet”.Z502 Cadencia barroca en estado puro. Hermosas armonizaciones. Ensoñadora esa cadencia del dúo: “for ever, for ever”. (Palabras escritas en la partitura separadas, en su forma más arcaica). Un final apoteósico para el bloque británico del concierto.

Ay mísera de ti, Jerusalem”, del arpista portugués, Juan Serqueira de Lima (Tonos humanos del barroco en la Península Ibérica 1994. ISBN 4-81 -009 X. Gerardo Arriaga), forma parte de la comedia “El Austria en Jerusalem” de D Francisco Antonio Bances Candamo. Concretamente este fragmento es el canto durante el sueño de Federico, de la dama Jerusalem, vestida de turca y el viejo Jeremías, que se unen en dúo. También se hace referencia a esta obra en “Músicos de las compañías que residen en esta Corte: Músicos y empresa teatral en Madrid en el Siglo de Oro” de María Asunción Florez Asensio (Consejería de educación. Comunidad de Madrid). Allí encontramos que “se conserva parte de la música de El Austria en Jerusalén, en un manuscrito de la Cofradía de la Novena” (sic). Esa era una cofradía de comediantes. Serqueira está considerado como el músico más prestigioso de su tiempo. No encontramos muchas explicaciones en los críticos sobre la fecha de composición de El Austria en Jerusalén. (Biblioteca Nacional de España Mss/13622. Fol. 65. (Obra nº 59), donde; curiosamente; la música aparece atribuida a Miguel Ferrer, otro autor ligado al mundo de la comedia.  Francisco Bances es un enérgico eslabón entra la vieja Weltanschuung Barroca y la nueva cosmovisión ilustrada. También aparece en el manuscrito (Gayangos-Barbieri) Serqueira (c.1655-1726), fue arpista y director musical en Autos Sacramentales. Serqueira fue figura fundamental en el teatro de la época. En 1691 fue encarcelado por la Inquisición, ya que estuvo amancebado con “La Grifona”, la hizo retratar muerta y rezó el rosario ante su retrato, flanqueado por dos luces y” colocado en un nicho con dos cortinas” (G, 198). Estuvo casado con la actriz Teresa de Garay, de la cual se separó y murió en la miseria.

“Ay mísera de ti Jerusalem”, (se me antoja en la línea de los compositores ingleses de la época), fue iniciado a capella por el tenor, secundado por Sonia Garcedo, en un hermoso juego de pregunta-respuesta, con cambios de tempi y estilo, hasta retornar al primer tema. Con emotivos fragmentos: Convierte al Señor…hasta morir en un inefable “Jerusalem

“¿A quien me quejaré? (IPEM, pp. 54), es un solo humano. “Tonos Humanos” era la definición que se daba a canciones de contenido profano, para diferenciarlas de los “Tonos Divinos”. Fueron el género más afamado de la época (con permiso del villancico), cantados en tabernas, teatros o en la propia Corte, y fueron seña de identidad de nuestro Barroco. La guitarra barroca, muy especialmente, y el Archilaúd, son los instrumentos del momento, ya que sus cadencias rítmicas se identifican con el hispano acervo, frente a instrumentos o armonías foráneas. Esta obra es un canto  lleno de desolación al dolor del amor, con alternancias en el tempi y aplicación de rasgueo brioso en el archilaúd, con retorno al primer tema: ¿A quién, a quién

“Mas ¡Ay de mí!”, (Cantada al santísimo a voz sola), de Sebastian Durón el adalid de la música escénica, continúo con el programa del concierto. Una catarata de corcheas al inicio, recitativo y aria alternado al modo italiano. Esta es una obra que arrastra cierta polémica. Durante tiempo fue la edición de John H. Baron en “Spanish art song in the seventeenth century (1985”) el santo grial de “tonos” en español, sobre todo para el mundo anglosajon. Pero en el archivo de la Catedral de Guatemala lo reproducido guardaba algunas diferencias. El MS 259, dejó patente errores en la edición. La edición comenzaba con ¡Ay de mí! Eludiendo el “más”, que sí existía en el original, aunque aparecía tachado. En el original, las notas eran cuatro (no tres). Además la edición contenía numerosos errores en la colocación del texto, silábas ubicadas de modo erróneo, que desvirtuaban la acentuación y malas lecturas de silencios o notas. Con el añadido de algún bemol de regalo.


La transcripción para laúd de M. de Fuenllana sobre “Con que la lavaré” fue ejecutada por el laudista con digitación precisa y cadencia reposada, enriqueciendo las variaciones de las tablaturas que el vihuelista madrileño escribió en el “intitulado” Orfhénica Lyra. Este es el villancico que aparece en mayor cantidad de fuentes durante el siglo XVI

El dúo “Morenica, dame un beso”, un madrigal con diálogos pícaros, de sabor netamente popular, trajo remembranzas del clérigo pacense Juan Vásquez. Los rasgueos enfatizan el estribillo de un amante que sale escaldado del encuentro con la amada.

“Duélete de mi, señora, villancico secular de Juan Vásquez fue el vis  “lacrimoso”, ofrecido por VN para este broche de oro del ciclo dedicado al compositor pacense y organizado por el InDiCCEx y la colaboración de Diputación Provincial de Badajoz, del Conservatorio Profesional Juan Vázquez, de la Biblioteca del Centro de Estudios Extremeños, de la Biblioteca de Extremadura y de la asociación cultural Coro Amadeus de Puebla de la Calzada. Enhorabuena.




martes, 12 de marzo de 2019

Concierto alumnos de la Academia Amadeus. Salón de actos de la RUCAB


                      
J. A. Rodríguez

Fotografías: J. A. Rodríguez

Un programa de estas características aúna la frescura del neófito con el peso escénico de voces ya sedimentadas, la intensidad  y la frescura frente a la serenitud y el reposo que prestan los años de trabajo y la persistencia. Flujo y reflujo. Como en un inabarcable océano de sonidos. Una combinación enriquecedora y necesaria en estas lides, con un certero mensaje: Nada se obtiene sin un largo proceso de aprendizaje, esfuerzo y constancia.
Un acertado inicio de programa. Principiar con una de las canciones que Joaquín Rodrigo tomo “prestadas” de Juan Vásquez. Rocío Guillén Jerez supo imprimir emoción a una obra que solicita más requisitos expresivos que técnicos. La cantante navegó, pausadamente, por ese Andante Molto tranquilo, transmitiendo serenidad y equilibrio en el madrigal amatorio; ¿Con qué la lavaré?
J. A. Rodríguez
María José Luego Martín interpretó “Soledad tengo de ti” del compositor zamorano Rubén García-Martín, y otro de los encargos del InDiCCex, la obra; de sesgo lorquiano; “Canción de Boda”, del autor Jerónimo Gordillo.
Macarena Rivas Hidalgo retomó los encargos del InDiCCex con la obra “Si me llaman, a mí llaman” de Rubén García-Martín, sintiéndose más cómoda en los rítmicos fraseos de Pergolesi, y libreto del napolitano Gennaro Antonio Federico- Esta obra le permitió mostrar versatilidad, extrayendo con precisión la chispeante ejecución, el ritmo frenético y el arrebatador fraseo que solicita; en este allegro; el personaje de la astuta Serpina, para el magnetismo de esta aria. “Stizzoso mio stizzoso” es la tercera aria del Acto I de La Serva Padrona, que  es un intermezzo de la ópera “Il prigioner superbo”. Los intermezzos se programaban con el fin de aliviar los acontecimientos de la obra principal. La recién llegada, de “bajo perfil”, había llegado para eclipsar a la ópera “seria” en la cual se incardinaba como entreacto. La apariencia  “superficial” o divertida de la ópera bufa (clasificación que debemos a Pietro Metastasio), puede llamar al error de pensar que nos encontramos ante interpretaciones ligeras. Pero el subgénero requiere de una serie de habilidades que, a lo largo de este concierto, derrocharon los cantantes. 
En el caso de Serpina es el uso del twang para modificar el timbre. Para la ópera bufa se solicita trabajo escénico más que virtuosismo vocal, habla burlesca en los recitativos, precisión en el gesto y bastante “chispa”. No en vano estos personajes tienen sus precedentes en la Comedia dell´Arte. La misma partitura solicita en la notación una impostación lírica exagerada.








 Inés de Asís Solano Melitón ofreció una bella interpretación del napolitano Francesco Durante: “Vergin Tutto Amor”. Delicadeza y limpieza en la ejecución  emocional de esta plegaria, que originalmente era un ejercicio de “solfeggio”. Publicado sin título como solfeo sin palabras (andante en Re menor) con un acompañamiento continuo de bajos en Solfeges d'Italie, 1772 no.128, donde el texto y la armonía aparecieron por primera vez de forma anónima solo en Echos d'Italie vol.6.1874. En forma moderna con el acompañamiento de piano romántico fue publicado por A. Parisotti (1853-1913) en Arie Antiche.

Israel Orantos Sosa, pleno de facultades. Emisión potente, clara, limpia, controlada. Un timbre hermoso y certero, Evitando la exageración y la entrega tensa, requisito primordial para este periodo musical que requiere serenidad en la expresión, control del legato. Un fragmento de la segunda Cantata del alumno de Corelli, Francesco Gasparini: Lasciar d´amarti
El compositor ingles Gluck fue desgranado por la voz de Carolina Rodríguez Chacón, que después marcharía a las antípodas musicales con la “Pastoral” de Vianna da Motta. El aria “O del mio dolce amor” pertenece a la ópera “Paris y Helena”, donde Paris (en tono menor) le canta a Helena con la intención de enamorarla. La dulce y bien modulada voz de la cantante, desarrolló este moderato, solventando las dificultades de las apoyaturas, dotándola del aura romántica que solicita la partitura. Escrita originalmente para una voz de castrato. También consiguió extraer con soltura toda la melancolía (no exenta de regionalismo) y la “saudade” que requiere “Pastoral”, la obra de uno de los personajes más polifacéticos de la música lusa.
Vittoria mio core” de Giacomo Carissimi fue la obra elegida para la interpretación de Drew Crowther, que verdaderamente siguió la instrucción de “allegro con brío” llenando de intensidad (y chorro de voz), el salón de actos con una voz limpia, llena de personalidad. Interpretación briosa para el primer tema, pero sin excesos como requiere la obra. Carissimi fue figura clave en el dessarrollo de la música sacra barroca, siendo uno de los primeros compositores de oratorios. El tiempo de esta cantata secular (un aria da capo), es incierto, siendo fechada en 1653 por aproximación, ya que es la fecha de la muerte de Domenico Benigni, el letrista.
Eduardo Fernández de Burgos tuvo varias intervenciones. Desde una sentida interpretación de “Cançao Triste”, del autor portugués Francisco Lacerda; símbolo del nacionalismo musical europeo; hasta un divertido dúo con Ángela García Aparicio de “Le Nozze di Fígaro”. El barítono ejecutó con profundo sentimiento esta dolorosa canción llena de “saudade” y con ecos  distantes del atlántico. Su versatilidad le permite pasar de los tristes ecos lusos al final del primer acto de “Le Nozze de Fígaro”. Es un aria alegre y vivaz donde Fígaro se burla de Cherubino sobre su futuro militar espartano en estilo de marcha militar con un rango vocal de C3 hasta E4, que el cantante solventa con soltura y timbre sereno hasta esas notas finales, semejando una marcha militar “Cherubino alla vittoria, alla gloria militar
En la textura vocal de Yaiza Herrero Expósito aún permanecen retazos de voz blanca. El resultado es una transición de gran belleza. Nada más apropiado que Händel para lucimiento de una voz casi angelical en “How beautiful are the feet” Una partitura sublime con texto de Romanos 10:15. “Panis Angelicus”de Cesar Frank, un texto que corresponde a la penúltima estrofa del Solemnis Sacris, uno de los cinco himnos escrito por Tomás de Aquino para el Corpus Christi. Panis Angelicus fue escrita por César Franck en 1872 como un movimiento de la Messe solennelle à trois voix op. 12. “Panis Angelicus” es una partitura sublime.

Ángela García Aparicio optó por el aria de Orfeo “Che farò senza Euridice?”, expresando con intensidad el desconsuelo del protagonista con un profundo lirismo. Siguiendo las pautas de Gluck que andaba a la búsqueda de una escritura vocal más depurada y austera. Técnica refinada, buen fraseo, control de fiato y expresividad notable para este rondó a la francesa. Ángela García realizaría después un magnífico dúo con Vicenta Mata Caballo. Un Monteverdi vibrante (Pur ti miro, pur ti godo) donde la complicidad y los kilómetros recorridos (vocalmente) quedaron patentes en una emocionante visión del dúo final de la ópera, resolviendo las interacciones imitativas con solvencia. Pertenece a “La incoronazzione di Poppea”, aunque se cree que fue escrito por Benedetto Ferrari o a su discípulo: Francesco Cavalli.

Ángela García también resolvió con solvencia la modulación que realiza “Voi che sapete” a mitad de su recorrido, consiguiendo la belleza expresiva y variedad tonal de los diversos estados por los que pasa el personaje: súplica, reflexión, inquietud o impotencia. Ese es uno de una de los números más populares de la ópera, adaptación de un soneto de Dante, realizada por Da Ponte. Para el dueto espectacular  del tercer acto de Orfeo y Eurídice: “Vieni, appaga il tuo consorte”, el amplio rango y timbre brillante de Carmen Becerra, empastó a la perfección con Vicenta Mata, obteniendo numerosos aplausos. Como curiosidad, añadir que está atribuida a Egidio Lasnel, nombre anagramático del aristócrata diletante  Diego Naselli alumno de Davide Pérez. (Biblioteca del Conservatorio di musica S. Pietro a Majella (I-Nc): Cantate 146). Manuscript, n.d. (ca.1774). 
J. A Rodríguez
Destacar el trabajo de la profesora Sandra Medeiros, que colabora de forma habitual con la ACA, del director del coro Amadeus, Alonso Gómez Gallego y el pianista acompañante José Luis Pérez Romero. Las apreciaciones sobre este concierto tan solo son opiniones particulares de este cronista. Como decían en las series  de ciencia ficción de los 50: La verdad está ahí afuera.

J. A. Rodríguez
J. A. Rodríguez

martes, 5 de marzo de 2019

Premios San Pancracio 2019. 26 Festival de Cine Español de Cáceres




El Festival de Cine Español de Cáceres es el  buque insignia del cine en la comunidad autónoma de Extremadura. Lo es por la calidad de sus propuestas, por el intenso trabajo que desarrolla la Fundación ReBross y por su profunda vocación solidaria, que lo convierte en una “rara avis” en estos tiempos que corren. El Festival, que cumple este año su 26 edición ha ido precedido de la sección oficial, en la cual se han proyectado: “Viaje al Cuarto de una madre”, “El Reino”, Quien te cantará”; etc. Además de encomiables actividades para sensibilizar e introducir el cine y la solidaridad en las aulas.
El maestro de ceremonias fue Fernando Tejero.Tejero acababa de ejercer el día anterior como presentador del Carnaval de Badajoz y de su concurso de murgas. Como preludio de una Gala vocacionalmente reivindicativa del feminismo, de la mujer y de la situación del tren en Extremadura; que daría para una película de Berlanga (o de Buñuel). El presentador, sorprendió al público gastando taconazo y falda de tubo (diseño de Pepe Reyes), durante toda la presentación. Abrió la gala, la excelente Orquesta Sinfónica de la Diputación de Cáceres, ofreciendo una certera interpretación de “Todo sobre mi madre”, como homenaje al premiado de honor: el compositor Alberto Iglesias. Después de la intervención del Clown-mimo Francis Quirós “Cucko”, una voz en off comenzó a llamar “al payaso que se ocultaba entre los músicos, haciendo como que tocaba el violín”. 
Cucko” acudió a la llamada, pero la voz aclaró, que él era un clown, y que se dirigían al payaso. En ese momento, Tejero surge desde el interior de la orquesta caminado sobre taconazos, para presentar un vídeo sobre las producciones del cine español en el año 2018. 

El conductor de la gala, bromeó sobre la premiosidad el guión; que le habían entregado una semana antes; el hecho de no haber sido premiado nunca en el festival o la posibilidad de que le hubieran llamada porque “se les había caído alguien”. A continuación presentó al director artístico Fede Cambero y a Pepe Reyes, que entregarían el premio que lleva el nombre del extremeño “Reyes Abades” a Macu Gómez, especialista en maquillaje y peluquería. Macu agradeció ese premio “para quienes están detrás de las cámaras”.
Nicolás Coronado fue el encargado de entregar el galardón a la directora Arantxa Echevarría por su opera prima, la reivindicativa “Carmen y Lola”. Esta obra ha sido una de las propuestas más frescas y sólidas y novedosas de panorama cinematográfico, independientemente de su vocación militante. Tuve el placer de realizar la primera reseña de esta película (exceptuando las de Cannes), antes de su estreno en salas comerciales, durante su proyección en el  24 Festival de Cine Ibérico de Badajoz y disfrutar en primicia de este “hachazo al patriarcado”. Una bella historia de amor; nacida de las manos de esta directora. Echevarría se quejaba sobre las dificultades de las mujeres en este mundo para acceder a puestos de dirección o categorías técnicas.
"Tengo 50 años, es mi primera película y llevo trabajando en el cine desde los 18 años", ha lamentado Echevarría sobre el difícil acceso de las mujeres a puestos de dirección, y también en categorías técnicas como dirección de fotografía y sonido. Este ha sido un Festival de corte solidario con la mujer. No sólo en la entrega de premios, también su comprometido proyecto para erradicar la mutilación genital femenina en Kenia, donde se invertirán parte de los fondos.  

Esto lo presenta como una propuesta enriquecedora y lo convierte en un “hecho diferencial” con respecto a otros festivales. El proyecto está promovido por Ayuda en Acción, y se desarrolla en las regiones keniatas de Tharaka, Tangulbei y Abakuria.

Otra de las apuestas del certamen, es su apoyo a las series, percibidas como ente cinematográfico de pleno derecho. Sobre Daniel Holguín, recayó la entrega del galardón al andorrano Isak Ferriz por su notable creación de Daniel Guerrero. Un tipo sin escrúpulos ni empatía,  en la temporada 1 de “Gigantes”. Uno de los momentos más brillantes (e intimistas) de la gala fue el acertado monólogo-diálogo que representaron Fernando Tejero y el mimo Cucko; ejerciendo de alter ego gestual;  sentados en la escalera.
Tinti Rebollo  y Emilio Gavira entregaron el premio a la actriz Malena Alterio por la Temporada 2ª de la Serie “Vergüenza”. Tejero bromeó con la calidad cinematográfica del apellido Alterio. Felicitó a su compañera de reparto en series televisivas y películas, aunque el preferiría “casarse con Álvaro Cervantes”, bromeó.
A continuación, la interpretación hipnótica del cantante y compositor cacereño “Niño Índigo” con su extraordinaria balada “Introspectiva” que creó un ambiente intimista y nostálgico.
Fernando Tejero dio paso a José Mª Clemente, quien presentó una de las aportaciones de la Fundación ReBross a la cultura cinematográfica: la longeva publicación “Versión Original”. Una revista decana, con colaboradores de primera línea. Su originalidad consiste en dedicar cada número a una temática concreta del cine o la sociedad. El último número estuvo dedicado al feminismo. El próximo; dedicado al cine español 2018; lleva en portada “Carmen y Lola, y contiene el análisis; realizado por los colaboradores de algunas de las películas proyectadas o referidas  en el Festival como “Quien te cantará” o “Viaje al cuarto de una madre” o “El Reino”.


Un más que merecido premio “Pasión por el cine”, fue entregado a “Versión Española”. La sorpresa de la noche vino cuando su sorprendida subdirectora (Paz Sufrategui), vio acercarse desde la platea a la conductora del programa: Cayetana Guillén Cuervo. Cayetana acompañó a los miembros de su equipo, que recibieron el premio, recordando a todos los que trabajan detrás de las cámaras para sacar adelante todos estos  intensos proyectos.
Un divertido y ocurrente monólogo de Tejero sobre las canciones de los 80 dio paso a su presentación del actor Julián López. Era el momento de uno de los directores más consolidados de nuestra cinematografía, pese a su escasa filmografía: Carlos Vermut.
Julián López le entregó el premio a la mejor dirección, por su estudio sobre la relación vampírica de una diva y una fan en “Quien te cantará”. Vermut es director de propuestas perturbadoras, de difícil encasillamiento, que ha conseguido aunar a crítica y espectadores aún rozando la tangencialidad en sus propuestas y sobrepasar el listón de “director de culto”
Pablo Barrera entregó el premio “Mejor actor de cine” a Álvaro Cervantes por su interpretación en “El Árbol de la Sangre”, un descenso a los infiernos de la mano del imaginario laberíntico de Julio Medem
“Viaje al cuarto de una madre”, fue la película por la que la actriz Lola Dueñas recibió el premio a la mejor actriz de cine. Dueñas homenajeó a “su niña”, la maravillosa Ana Castillo, su compañera de casting, a la directora Celia Rico y al público de Cáceres.
Paco Rebollo entregó el premio honorífico a un emocionado Alberto Iglesias, tras un discurso oficial donde; marca de la casa; no sólo se hablo de cine. Un momento de recuerdo para aquellos que sufren o tienen necesidades. Alberto es uno de nuestros compositores más internacionales con obras como “El Jardinero Fiel”, “Cometas en el Cielo” o “Vacas” (parte de la magia de Medem se debe a estas partituras) y abundantes colaboraciones con otro premiado de honor del Festival el pasado año: Pedro Almodóvar. En directo,  la bonhomía y timidez del donostiarra, resultan emotivos para un profesional acostumbrado a recibir premios Goya. Hasta la fecha es el máximo acaparador de este galardón.


La cantante y compositora Chloé Bird cerró al piano, acompañada de la Banda Sinfónica de la Diputación de Cáceres. La etérea y dulce voz, la magia serena de Chloé interpretando la hermosa canción “Mirror, mirror”, potenciada por el sonido empastado de la banda. Fue el broche de oro para una gala de alto nivel. Referencia imprescindible de la cultura para la comunidad cinéfila.



Premiados:
Lola Dueñas (San Pancracio Mejor Actriz por ‘Viaje al cuarto de una madre’)
Malena Alterio (San Pancracio mejor Actriz de Serie por ‘Vergüenza’)
Álvaro Cervantes (Mejor Actor por ‘El árbol de la sangre’)-
Isak Férriz (Mejor actor de Series por ‘Gigantes’)
Arantxa Echevarría (Revelación. ‘Carmen y Lola’)
Carlos Vermut (Mejor director por ‘Quién te cantará’)
Alberto Iglesias (San Pancracio de Honor)
Macu Gómez (San Pancracio Reyes Abades)
Versión Española’ (San Pancracio Pasión por el Cine).

Jurado:
Majós Martínez: Representante.
José Coronado: Actor
Paz Sufrategui: Subdirectora del programa de TVE ‘Versión Original’
Santiago Tabernero: Director
Julián López: Actor
Tinti Rebollo: Fundación ReBross
Lola García: El Deseo