jueves, 16 de octubre de 2025

Ruido Mental. 2023. La cacofonía como estética

 






Un accidente en una fábrica le sirve a Matthias para investigar el oscuro pasado de su padre. Esta es la premisa de
Ruido Mental (Noise. Steffen Geypens .2023) un esbozo de thriller que no termina de cuajar en ningún género concreto ni en lo psicológico, ni en el suspense, perdiendo fuelle y expectativas por el camino. Un comienzo genérico de cine de intriga, donde los protagonistas Matt y Liv (Ward Kerremans y Sallie Harmsen) comienzan a percibir extraños sucesos en la casa a la que se han mudado con su Hijo Julius.

A Matt le va a tocar abrir la caja de Pandora que oculta secretos familiares con la ayuda de Liv que hace cuando puede para no perderlo en medio la búsqueda de pistas del pasado del padre de Matt, un influencer malcriado, incapaz de asumir responsabilidades paternas.

Estamos ante un thriller atmosférico, pero que encadena secuencias sin relevancia, apuntando maneras en diversos desarrollos, pero pecando de escueto y falto de aprovechamiento en las propuestas. Las grabaciones de Matt (con miles de seguidores) se interrumpen con el llanto del bebé, mientras Liv vaga por el pueblo tratando de sacar adelante su empresa de catering. Al llanto del bebé habrá que sumar los ruidos ambientales que terminan por general ansiedad en el protagonista que comienza a tener extrañas visiones.




Matt comienza a obsesionarse con los hechos que podrían haber sucedido en la fábrica de Soubaylo y esto comienza a resquebrajar su relación, ya que la percepción del llanto del bebé no coincide con la realidad, ya que Liv no se despierta.

La estructura mental de Matt se resquebraja con el asedio sonoro a que lo someten los sonidos de su cabeza, incluso comienza a cavar en el sótano para encontrar a las personas que murieron en el accidente de la fábrica. La investigación no llega a terminar por lo que, a pesar de una buena dirección, el relato termina siendo confuso, desaprovechando buenas ideas, siempre incapaz de definirse dentro de un género.



El ambiente misterioso está bien conseguido en base al trabajo audiovisual. El listón de los diálogos es funcional, como vehículo de avance de la trama, pero crece con el paisaje sonoro.

El principal problema es que el guion no cumple con las expectativas que promete, su premisa queda en fuegos de artificio dado la falta de estructura dramática. Matt se nos aparece dolorosamente unidimensional y la ausencia de giros inesperados, que la hubieran redimido, no ayuda demasiado. Lamentablemente no aprovecha el abanico de senderos que promete. Temas como la memoria, el suicidio, el envejecimiento, el laberinto de las teorías conspiratorias o la enfermedad mental. Las interpretaciones son reseñables y la dirección magistral, pero ofrece un producto vacuo. Un envoltorio oferente que no contiene nada reseñable.


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