Hace
ya cinco años de la última grabación de esta monarca del fado. Hace quince que comenzó
a llevar su música y peculiar estilo por los escenarios. Después llegarían
cinco Álbumes en estudio y una grabación en vivo, treinta discos de platino y
doble nominación a los Grammy Latinos. Su voz poderosa, aterciopelada, sutil,
con lejanos ecos nasales, nos regala un disco pleno de experiencia y aventura,
con ritmos donde no hay miedo a experimentar y avanzar en su peculiar e
intimista universo. En este disco reinterpreta clásicos junto a composiciones
hechas a la medida de su portentosa garganta, elevando al fado a un nivel
pasional y colorista o atreviéndose con ritmos tribales de cadencia criolla.
La musa se aventura con todo, incluso con aires de clara reminiscencia
andaluza. Atrás han quedado los años de adolescencia en que cantaba en la
taberna “Zalala”(recuerdos del litoral Mozambiqueño) propiedad de su padre y le
decían que ”cantaba diferente”, los años en el barrio de La Morería donde entraba agua de lluvia en la casa, los años de
la huída de Mozambique. Todo un mundo que la cantante lleva dentro de si misma
y que ahora comparte con nosotros. El fado es lo que Mariza quiere que sea.
Ella alquimiza y amplia los registros del género, los enriquece con matices
sutiles o cadencias personalísimas, demostrando que la música no es algo
esclerótico, momificado, sino un crisol donde aportar nuevas propuestas de
futuro, al que ella contribuye con su particular color interpretativo.
Mariza
ha conseguido incluso atraer a los puristas más acérrimos con su colocación
vocal, técnica, afinación y riqueza armónica, acercándoles a su fado renovado.
Hay un antes y un después en el Fado. Y esa frontera imaginaría se encuentra en
Mariza, “Mundo” es
un traje de alta costura hecho a la medida, confiesa la artista. No cabe la
menor duda. Tras su audición es difícil decidir si se desean catar los temas
compuestos para su voz, o las personalísimas versiones que se lleva a su
terreno y doblega hasta extraer nuevas notas en su vitriolo vocal. La portada
del CD es toda una declaración de intenciones. La diva se muestra relajada,
habitada de rojo sobre un fondo de hermosa azulejería portuguesa para una
grabación de madurez. Un trabajo donde la artista muestra todo el “Mundo” que fluye a través de
su experiencia en los escenarios y en la vida. Apoyada por las composiciones de
sus amigos que le aportaron temas que se ajustaban al mundo que la cantante
quería exteriorizar. Baladas para susurrar al oído del espectador. A estas
composiciones se unirían las versiones novedosas de temas que hacía tiempo
quería trabajar.
La
producción ha caminado de la mano del madrileño Javier Limón. Aunque se ha
dedicado con preferencia al flamenco, este compositor, productor y guitarrista,
ha conseguido una fructífera fusión con el concepto musical de Mariza para
extraer las canciones de este álbum. Javier Limón ha trabajado con Bebo Valdés,
Diego el Cigala, Buika o Andres Calamaro. Músico versátil que ha presentado
programas en TV, impartido clases o compuesto y producido para artistas como
Paco de Lucía, Wynton Marsalis o Joan Manuel Serrat. Todo un ecléctico de la
música. Con su productora “Casa Limón”, trabaja en proyectos de vanguardia
sobre un sello de calidad. Ha participado en diversos festivales y colabora en programas
de radio o en la sección de cultura de “El País”. Compuso bandas sonoras para
películas como Manolete, La Piel
qUe habito o Bienvenido a Casa.
En su haber se encuentran varios premios
Grammy. Esta fusión ha sido la más adecuada para explotar el cromatismo vocal
de la lusa y su potente modulación. El anterior trabajo de Limón con Mariza dio
como fruto la grabación de “Terra” (2008). Hace dos años que la diva, con su
cabello plateado cortado al dos, su silueta ahusada y sus movimientos de
africana pantera aparecieron en estas páginas con motivo de su actuación en Badasom hace ahora diecisiete meses. Estas son las
canciones de su nueva aventura sonora. Un “Mundo” pleno de sensibilidad y referencias personales
donde vierte y comparte sus vivencias y experiencias.
Rio de Mágoa.
El
inicio de todo. De Rosa lobato Faria/ Mário Pacheco. Este “Río de Tristeza” abre
la grabación, en la línea intimista y cercana de la cantante. Una hermosa composición,
donde el eco nostálgico de la guitarra portuguesa marca el sendero. Un canto de
amor al río (que no se llama Tajo, ni Montego) con predominio de “punteos” y
una letra profundamente evocadora de “un río que lleva todo el daño de un corazón
que se despide”.
Melhor de Min.
Un
tema compuesto por AC FirmiNo/ Tiago Machado
Sútiles
arreglos que comienzan casi “a capella” con Mariza susurrando acompañada del
teclado y una bonita técnica de guitarra apagada. En la parte central los
instrumentos van subiendo en intensidad acompañando a la cantante. Una letra
que habla de la esperanza “Se que lo mejor de mi está por llegar” Delicados
acordes para una letra que nos anuncia que “La tormenta pasará, hay que perder
para luego ganar”. Un hermoso mensaje de vida.
“Alma”
El
peculiar acento de la caboverdiana, interpreta en español una canción de Javier
Limón, el productor del disco. Una balada para jugar en las Ligas Mayores de la música. Cadencia
donde no es difícil rastrear aromas flamencas, con una letra intensa y potente.
Un temazo de amor en toda regla al que la fadista, en su brevedad, es capaz de extraerle
emocionantes matices, arropada por la guitarra flamenca del productor: Javier
Limón.
“Saudade
Solta”
El coro sorprende con un estribillo casi
dentro de la Word music.
Reminiscencias africanas y ritmo étnico en una letra que habla de arrancar “las
malas hierbas” de la vida y “cosechar alegría donde se sembró tristeza. Ha sido
compuesta por Pedro de Silva Martins/ Luis José Martins/
“Sem Ti”.
Evocadora,
con un tempo lento y los instrumentos susurrantes que permiten el lucimiento de
la voz. Una hermosa letra de amor salida de la pluma de Miguel Gameiro, donde
la voz de Mariza nos narra el vacío ante la ausencia del amado “Sin ti la
lluvia es fuerte, sin ti la noche es oscura”. Una línea melódica con predominio
del teclado, intimista e intensa vocalmente. Con un final casi una nana de
amor.
“Maldiçao” (Fado clavel) Fado Cravo
Esta
versión de un fado interpretado por Amalia Rodríguez, comienza en rítmica
cadencia de compasillo (2x4). Es un canto al desamor, al desasosiego que
producen algunas relaciones, a la lucha entre la razón y el latir de los
corazones. Los que nunca están satisfechos. Que das todo y no tienes nada…En
esta ocasión la composición y letra ha corrido a cargo de Amando Vieira Pinto/
Alfredo Marceneiro “Joiner”/ Fado Calvo. Esta es una composición que nos
retorna la Mariza
más clásica desde los primeros compases aclara que estamos en territorio
lusófono. Predominio de la guitarra portuguesa en compases sincopados. Mariza
demuestra una vez más que bebiendo de raíces traiciónales lleva el espíritu del
fado a otros territorios donde ella es la soberana absoluta. Con reminiscencias
de Amalia Rodríguez. En el disco ha colaborado como bajista Joel Piña, un joven
de 95 años, acompañante de Amalia Rodrigues, para los dos temas que grabó en su
día la antaño embajadora del Fado. Joel estaba deseoso de trabajar con Mariza.
“Padoce de Céu Azul”
El
arpegio inicial da paso a un estribillo atípico inesperado. Un coro tribal, de
africanas reminiscencias, repite como una letanía la hermosa melodía criolla (Crêtcheu,
Crêtcheu) que se aleja dejando paso en un solo de la guitarra que se apaga. Un
canto apasionado al Cabo Verde natalicio de Mariza. Original versión de una
morna que ya había sido cantada por la lisboeta, de origen caboverdiano (y
abanderada del criollo) Lura, en su disco “Corpu de Ku Alma” (2005), lanzado
por el sello Lusafrica. En aquella grabación Lura interpretaba morna, funaná o
batuque fusionando los aires africanos con cadencias contemporáneas
occidentales. Lura fue descubierta accidentalmente cuando Juka le pidió que
realizase un dueto descubriendo su potencial, el timbre profundo, y las
inflexiones de su voz dulce y caústica. También Tito Paris grabó este tema en
su disco “Wilhelmina” (2002)
“Caprichosa”
Mariza
añade en este tema cadencias del
folklore más tradicional. Un tango de 1930, (aunque en las referencias aparece
como Fado) interpretado por Carlos Gardel y compuesto de Floilán Aguilar.
(aunque en otras reseñas asienten como autor de la letra a Alfredo Le Pera y
Gardel a la partitura) Fondo sonoro de
guitarra portuguesa, con ecos que nos hacen imaginar paisanos bailando
siguiendo el compás. La versión del zorzal criollo mantiene el aroma de arrabal
rioplateño, Mariza lo traslada a su terreno y la habita de música tradicional
alentejana. A pesar de la evolución que
se produce en este disco, la lisboeta no abandona su terruño, introduciendo
estos ritmos que tanto agradan en los directos y el público acompaña con palmas,
ritmos que en su voz trascienden desde lo tradicional para convertirse en
referente universal. Mariza es ecléctica y su voz se ha mixturado con artistas
como Sting, el flamenco Miguel Bóveda o la soprano Kiri Te Kanawa. En este caso
el tango y el fado se hermanan en su espíritu, sentimiento y brumas de puerto.
Nada mejor que un tango que habla de Portugal.
"Paixao"
Esta
tremenda balada es el buque insignia de la grabación. Una melodía compuesta por
el compositor, cantante y productor Jorge Fernando, (de quien grabó “Chuva”)
que fluye hacia un estribillo donde el coro crece y se pregunta “como apagar
esta pasión” Prima la guitarra, efectiva y de técnica apabullante. El vídeo promocional, grabado en las doradas planicies del Alentejo es de una belleza
excepcional.
Anda
o Sol na Minha Rua.
Un
fado robusto grabado por la clásica Amalia Rodríguez. Fado en estado muro, tamiz
en la guitarra portuguesa. Un fado visceral, desde las tripas. Escrito por
David Mourao-Ferreira y música de Fontes Rocha. Mariza acelera ligeramente el
tempo de la original y dota de colorido el tema, apoyada en los arreglos de
cuerda. Un recuerdo de las callejuelas lisboetas huérfanas de sol de la
infancia. Una vez mas “el profesor” Joel Pina en el bajo portugués y sus notas
melancólicas.
"Adeus"
Cabral
do Nascimento y el guitarrista Pedro Jóia escribieron esta “Mañanas serenas,
pálidas. Días sin sol”. Teclado y percusión llevan de la mano la potente voz de
Mariza con interludios de guitarra para una canción de una gran belleza. Tempo
relajado en un tema para disfrutar. Reminiscencias flamencas en las notas de
guitarra para la voz afelpada de la lisboeta.
Missangas
Folclore luso, sonido de la tierra para un tema que habla de una chica “con el cabello
recortado y cuentas de colores” que va a buscar agua a la fuente. La Mariza mas festiva y
bucólica se resiste a apagarse.
Sombra.
Repite
el autor Jose Fernando en esta “Sombra”, donde “la soledad infinita” lleva a
una nostálgica partitura. Aquí la melancolía de la guitarra es la guía en
simbiótica unión con la voz
Meu
Amor Pequenino
Una
nana inmensa, un regalo de lujo del autor Paulo Abreu Lima, dominada por el
teclado cristalino de Rui Veloso, donde la artista susurra a su pequeño (Martín)
para llevarlo al mundo de los sueños. La nana que todas las madres querrían
cantar a su hijo.
Dorme, dorme meu menino
Nos sonhos que a vida tem
Mas guarda de sempre un cantinho
Ao colo de tua mâe
Mundo
es un avance significativo en el sendero de la cantante portuguesa. Un trabajo
realizado con mimo y con amor. Canciones para compartir, casi como en un
susurro. La misma calidez con que se canta al hijo antes de dormir…
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