Abrió
el programa una composición de extraordinaria belleza, no exenta de polémica:
El “Ave María” atribuida a Giulio Cacinni, activo miembro de la “Camerata
Florentina”
Esta
pieza fue grabada en 1972 por Vladimir Vavilov, citándola como anónima. Tras la
muerte del compositor, laudista y guitarrista ruso, fue atribuida a Cacinni,
pese a que el estilo difiere notablemente de los conceptos renacentistas de
éste compositor y del de la música en el siglo XVI. Cacinni utilizaba formas
estróficas, algo repetitivas, con largos textos que prevalecen sobre la
melodía. Se percibe esa indecisión tonal-modal característica del primer
Barroco y el final del Renacimiento. Un compositor católico posterior al
Concilio de Trento nunca hubiera dejado prevalecer la melodía sobre el texto (problemas
Inquisitoriales). Además el uso de la melodía y la armonía en esta obra es
completamente tonal en el estricto sentido clásico-romántico de la palabra. Si
escuchamos obras originales de Cacinni como el hermoso madrigal “Amarilli Mía
Bella” donde ya se aproxima al “stile moderno”, descubriremos que los
parámetros de estilo son absolutamente diferentes.
Las
hermosas melodías grabadas en “Música de Laúd de los siglos XVI-XVII, fueron
compuestas por Vavilov, atribuyéndolas a compositores barrocos o renacentistas;
aunque los estilos fueran disímiles; con el objeto de que fueran escuchadas. Se
imputa al organista Mark Shakhin, colaborador en la grabación, la
popularización de la obra. A posteriori se generalizó debido al arreglo
realizado por el organista Oleg Yanchenko para Irina Arkhipova (1987) Emotiva y
técnica la interpretación que los chicos hicieron de esta preciosa partitura.
La
segunda obra interpretada, fue compuesta por el fundador de la Escuela Napolitana ,
que llego a ser maestro de músicos como Pergolesi. Del napolitano Francesco
Durante, el coro desgranó la emocionante aria “Vergin Tutto Amor”, con fuertes
momentos expresivos. Este compositor destacó preferentemente por su dedicación
a la música sacra a diferencia de sus contemporáneos (Porpora, Leo) que
trabajaron sobre la ópera. Nunca busco la cantidad, fue un autor centrado en la
inventiva y el dramatismo, creando un tipo de monódica denominado recitativo.
Participando en la renovación del teatro y el papel de la música en el mismo.
“Vergin Tutto Amor” es uno de sus innumerables “Solfeggios”. Gramaticalmente
incorrecta. Debería ser Tutt´amor o Amor Tutta. Compuesta originalmente en 1722, a posteriori se
añadió letra a este ejercicio. El texto italiano es de 1874 y aparece como:
Solfeggio nº 150 en Solfhges D´Ítalie. Paris 1786.
Vergin,
tutto amor,
o
madre di bontade,
o
madre pia, madre pia,
ascolta,
dolce Maria,
la
voce del peccator.
Continuó
la agrupación con la hermosa “Ave María” del compositor y pedagogo neozelandés
David Hamilton, conocido fundamentalmente por su creación “Missa Pacífica”.
Esta pieza es una delicada composición para coro, solista y órgano que las
hermosas voces de los cantores resolvieron en una envolvente aura de belleza,
perfectamente empastadas. Escrita en 1993 para el Epson Girls Grammar School.
El “Gloria” del autor especializado en coros
infantiles Bob Chilcott, pertenece a la obra “A Little Jazz Mass” (1995).
Chilcott es uno de los autores más demandados, que con esta “rara avis
musical”, y manteniendo las cinco partes del ordinario de la Missa Brevis en
latín, introduce un trío estándar (piano, bajo, batería) con armonías netamente
jazzísticas que van desde el “Bluesy feel” al “swing”. La interpretación de
“Amadeus”, contó con la voz solista de Zazu Osés que introdujo; con depurada
técnica; sobre la línea melódica del coro, la utilización del “scat”
(improvisación con sílabas sin sentido aparente) para deleite de los
espectadores que aplaudieron el sincopado ritmo de la obra.
Posteriormente
acometerían tres obras tradicionales del Japón. Estas canciones son “estándar””
del mundo coral, interpretadas por múltiples agrupaciones, acompañándose
siempre de una gratificante coreografía.
Hotaru
Koi
Una canción infantil de la prefectura de Akita
(parte norte de Honshu, la isla mayor de Japón. Suele utilizarse el arreglo de
Roh Ogura
Ho!
¡Ho! ¡Luciérnagas, venid!
Allá
el agua está amarga
Aquí el agua está dulce
¡Ho!
¡Ho! ¡Luciérnagas, venid!
Akai
Hana
Es
un trabajo de la compositora Mie Nakabayashi (Flor Roja, Flor Blanca), basada
en un tradicional japonés. Una historia
de amor de un joven que regala una flor roja su novia, que se convierte en algo
tan bello como el sol. Cuando le regala otra flor de color blanco, se convierte
en algo tan hermoso como la luna
Aizu
Bandai San.
Este es el nombre de un volcán japonés (Monte Bandai). El arreglo
de Hiroshi Ishimaru está escrito para voces blancas y es uno de los más
interpretados por estos grupos. Canción popular de Fukusima publicada en la
grabación “Babel: Around the Wolrd in 19 Songs”.
Después
de este “divertimento”, coreografiado amablemente, por los cantores, la música
viajó lejos de las geishas y los jardines de cerezos en flor. Concretamente
hasta nuestras fronteras. Un texto del “Cancionero de Elvas”, que se hizo conocido por la
interpretación (de concepto céltico) del grupo coruñés “Luar Na Lubre”; en
adaptación de Zeca Afonso; y que aparece en dicho cancionero como la obra nº 23
(Tu Gitana que Adevinas).
Tu
gitana que adevinhas
me
lo digas pues no lo se
si
saldré desta aventura
o
si nela moriré.
Con
frecuencia aparecen referencias a esta obra como adscrita a un supuesto
“Cancioneiro de Vila Viçosa”, que no es posible localizar por ninguna parte Sin
obviar la importancia musical que tuvo en la época dicha ciudad, dado que la
corte se trasladaba en verano al Palacio Ducal, la canción pertenece al
“Cancionero de Elvas”. Descubierto en 1928 en la Biblioteca Municipal
de Elvas por el musicólogo Manuel Joaquim. Es uno de los cuatro cancioneros
portugueses del siglo XVI que han llegado hasta nosotros. Los otros tres son:
el Cancionero de Lisboa, el Cancionero de Belém y el Cancionero de París. El
coro realzó una emotiva y certera versión, alejada de los acordes gaélicos que
acostumbramos a recordar gracias a los arreglos de “Luar Na Lubre” (Luz de Luna
en el Bosque Sagrado). En algunas publicaciones aparece (erróneamente) Zeca
Afonso como autor de la letra. La confusión surge de la fuente primaria de la
que se cita este villancico, que el cantautor luso graba en su disco Galinas do
Mato (1985), su último trabajo. Probablemente se tratase de un cancionero
posterior de música popular. El Real Túnel Académico de la Universidad de Viseu
interpreta una versión cercana al original en el Cd “Trovas Suelta” con
orquestación de J. Pierre Silva.
Dentro
de este concierto ecléctico y universal, hubo lugar para la música judía de
Josef Hadar, con una melodía en modo menor. Un canto de esperanza de la cultura
hebraica. Hadar ha sido uno de los músicos “tzabar” más importantes de Israel
con una contribución significativa a la canción popular de su pueblo. La interpretación de "Bo Yavo Haboker”
fue espléndida y emotiva.
Niska
Banja. Con un arreglo del pianista-pedagogo multicultural Nick Page, un mito de
la música coral y fundador de The Mystic Coral. Nos llegó una danza gitana,
especialmente difícil, que proviene del folklore serbio. Su dialecto es el
romaní y en su texo se nos cuenta lo hermosa que es la ciudad de Nis y sus
mujeres. Una melodía intensa, resuelta por el grupo con solvencia y profundo
sentimiento.
También
se disfrutó de música pop. Versiones del “Whit or Without You” del grupo U2,
una potente adaptación de lo que ya es un himno pop el “Let it Be” de
Lennon&Mcarteny, de nuevo con el chorro vocal de ZaZu Osés. Para finalizar
el bloque contemporáneo se pudo escuchar la balada que la cantante Adele Adkins
ha hecho famosa “Someone Like You”. Lo que en el mundo del pop se conoce como
un “baladón”, precisa de amplio registro y solidez interpretativa. Armonizada
para coro de tres voces blancas, piano y solista.
Ya
en las postrimerías del concierto, se ofreció al público otra composición del
enorme Bob Chilcott: Can You Hear Me? (¿Puedes Oírme?), cuya originalidad
consiste en la utilización del lenguaje de signos ya que habla de un niño sordo
que describe el mundo a su alrededor. Imagina que sería maravilloso oír cantar,
aunque puede describir otras sensaciones como el calor o la belleza del mundo.
El compositor incluyó la lengua de signos en la partitura. La interpretación de
“Amadeus”, técnicamente admirable, emotivamente también. La sorpresa final
llegó de una versión para dos voces solistas (María del Mar Manchado y Zazu
Osés) piano y coro de dos voces blancas de “Oda a la Alegría que los cantores
iban a interpretar al día siguiente en un escenario de lujo: El Monasterio de
Yuste. Destacar la impecable labor de Alberto Pérez García (Percusión) y Jose
Luis Pérez Romero (Piano), mixturando sus instrumentos con certeza y delicadeza
con las voces del coro. Resulta estimulante (en los tiempos que corren) ver
como un grupo de jóvenes se sacrifica por aquello que ama, robándole tiempo a
otras distracciones con la pasión y la disciplina que nunca puede faltar en la
obra bien hecha. A las pruebas me remito. O como decía un castizo a la salida
del concierto:
-Peaso de consierto, maestro.
-
Y ensima de gratis. Ya te digo…
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