Que Denis Villeneuve lleve
algunos añitos creando obras cismáticas, turbadoras, de una sofisticación dramática y cierta presuntuosidad, aboca a
una obra como “La Llegada”, donde nuevamente se funden un envoltorio refinado para dejar un mensaje de supuesta trascendencia. Después de su
anterior obra “Sicario”, seca, certera y desasosegadora, el autor cambia las
peligrosas calles de Ciudad Juárez y el mundo de los narcos para lanzar un
mensaje de ¿esperanza?, basado en el lenguaje como metafísica, el relativismo
lingüístico como coartada y la percepción sensorial como tesis. Uno de los
mayores logros del film es que la fisicidad anómala de los aliens; casi de una
película Serie B; no impida a credibilidad de estos personajes e incluso
consiga dotarlos de cierta personalidad, hasta alcanzar un nivel de empatía
inesperado con unos pulpos. El concepto del tiempo como algo no lineal, la tolerancia y los escollos que las
distintas lenguas, idiomas, dialectos etc crean en la comunicación universal.
La empatía es el arma de este idioma ecuménico, que no existía en el malestar de sus obras anteriores como “Sicario”, que presenta una humanidad claramente sin
remisión, frente al esperanzador mensaje que nos traen estos heptópodos; con
influencias del Cthulhu lovecraftiano; del lenguaje utilizado como epifanía.
Sostenido el
armazón dramático por la potente y certera interpretación de Amy Adams, sobre la
cenicienta fotografía de Bradford Young y con una
partitura minimalista e inmensa de Jóhann Jóhansson, Sin estridencias, casi en
segundo plano, y un Jeremy Renner correcto, sin llegar a la
altura de su interpretación en “El Sueño de Ellis”, pero redimido de sus
incursiones marvelianas y sus “jasonbournes”. Hay un claro remanente humanista,
que no evita la dureza del devenir humano, ni las decisiones difíciles o
controvertidas. El tiempo como estructura no lineal, la plasticidad cerebral
que permitiría el utilizar ese idioma, resulta un film apasionante para lingüistas
y semiólogos. Desde la hipótesis de Sapir-Whorf (antítesis de Chomsky) y su
relación entre el lenguaje que una persona habla y su forma de entender la
realidad (hoy en día algo desacreditada) al universalismo semántico propugnado
por Anna Wierzbika, pasando por Noah Chomsky y su lenguaje innato e idéntico para
toda la especie (Gramática Universal). Con un uso metalingüístico del flashback, utilizado como lenguaje atemporal
para comunicar al espectador el proceso iniciático de la protagonista en el
tiempo como recuerdo y al mismo tiempo
como presente.
Parábola ¿cruel? Sobre el libre albedrío y la posibilidad de las
paradojas temporales, incluso algún apunte de sacrificio personal asumido, aún
conociendo el dolor que le aguarda; para que la humanidad pueda seguir
adelante. Un eterno retorno para nada altruista o gratuito, ya que los “pulpos”
vienen desde tres mil años adelante para que les ayudemos en el pasado, “regalándonos” la visión no lineal del devenir dentro de su lenguaje. Es el
tiempo circular, el conocimiento ¿que harías sí…? ¿volverías a vivir si supieras?, lo
que incardina la trama dramática. La posibilidad de elegir ¿o no? En la narración genésica "Un día de tu Vida", la muerte de la hija se produce en un accidente. Hay una analogía del principio
de Fermat donde se aclara que no se puede cambiar el futuro. Es más que posible
que Amy Adams, creyendo utilizar su libre albedrío, esté sometida al
determinismo cuántico, a las reglas determinadas donde el azar y la voluntad
tan solo son fenómenos aparentes. Los calamares gigantes, primos lejanos de “La
Guerra de los Mundos,” no llegan en plan discursivo y huyen del susto gratuito.
La inquietud y la duda son creadas por el director por medios dramáticos más
contenidos e hipnóticos. Denis Villeneuve consigue atrapar al espectador en el
avance (lingüístico y humano) que la traductora hace de los Ouroboros de tinta
que surgen de los aliens, en los arquetipos jungianos que la van llevando a la
comprensión de una nueva realidad que trasciende razas, ideologías o fronteras.
A celebrar ese juego cinéfilo que bautiza a los extraños como Abott y Costello,
y que no hace más que ratificar que cuando te incluyen en el lenguaje adquieres
entidad ¿Repetiríamos los errores de nuestra vida? ¿Volveríamos a pasar por el
mismo dolor si conociéramos el futuro? ¿Bastarían esas versiónes circular del Test
de Rorschach para crear un panlenguaje, un idioma metauniversal de códigos,
conceptos y sensaciones, de logogramas que simbolizan todo lo que conocemos?
Ciertamente la sombra de Ludwig Wittgenstein y su lenguaje figurativo, planea
sobre el guión: “Los límites de mi lenguaje significan los límites de mi mundo”.
La Visita nos habla sobre la importancia del Verbo, metáfora sobre el fracaso
de la torre de Babel y la necesidad de tender puentes, con la excusa de unas
naves líticas que se posan sobre la Tierra. Sin perder de vista los fundamentos
neoplatónicos del lingüista Ferninand de Saussure, sus sincronías y diacronías; modelo después vapuleado por Jacques Lacan; para mostrarnos una teoría acerca de
cómo la lengua podría ser simultanea en lugar de discursiva. ¿Quizás el
palíndromo como tesis?
En este caso como tesis visual de la mano de Villeneuve. "La historia de tu vida" (Bibliópolis, 2014), de Ted Chiang es una narración corta de ciencia ficción escrita por Ted Chiang y publicada
en noviembre de 1998. En el año 1999, la obra ganó tanto el premio Nébula a la
mejor novela corta como el premio Theodore Sturgeon Memorial. Editada dentro de
un libro de originales relatos con este título, absolutamente recomendables, con ficciones como "La Torre de Babilonia", donde el modelo egocéntrico de la Torre
Bíblica se convierte en realidad y un operario debe atravesar la bóveda del cielo para
llegar a Yahvé. "Setenta y dos letras" es una fascinante historia sobre la Cábala,
el Golem y la sustitución de los seres humanos, narrada en impecable estilo
Steampunk (deudor del mejor Tim Powers. En el cuento "¿Te gusta lo que ves?", la caliagnosis
es una manipulación neuronal que provoca que no se distinga entre lo bello y lo
feo. Una teoría sobre que sucedería si se elimina la belleza en el trato entre
las personas. Estos asombrosos relatos, impregnan el espíritu del
lector con un nivel literario no demasiado común al género de la ciencia ficción. Recomendable para todo seguidor de
esta variedad literaria, ya que funcionan con precisión de reloj. Estamos ante la obra de un
artesano humanista, con un cierto cinismo en su prosa reposada. Ante un maestro de
la narración corta, desafortunadamente de escasa obra. "La historia de tu Vida",
origen literario de “La Llegada", en un cuento colosal de gran calidad literaria, narrado desde las perspectivas temporales de todos los implicados.
Para la BSO se ha contado con la
colaboración de excelentes agrupaciones como Theatre Of Voices con el mítico
Paul Hillier, que se dedica fundamentalmente a la música antigua, así como con la chelista Hildur Guonadóttir o Robert Aiki Autrey
Lowe. conocido musicalmente como "Lichens". Jóhansson se ha convertido en el compositor fetiche de Villeneuve, después de su colaboración en "Prisioneros" y "Sicario", Juntos están preparando la anhelada secuela de Blade Runner.
Nos encontramos ante una de las bandas
sonoras del año. La partitura atmosférica Y vanguardista del islandés combina a
la perfección el aspecto dramático y humano con la Scifi. Se utilizan voces
de solistas que interpretan vocales sin significado para crear la sensación de un lenguaje balbuceaste que va naciendo. La película se abre y se cierra con una
composición ajena (como ya hiciera en “La Teoría del Todo”. se trata de "On the Nature of Daylight” de Max Richter, ( Morgan, Vals con Bashir, The Leftovers, etc), una obra melancólica que ya
fue incluida en films como Shutter Island o "El Rostro de un Ángel", situación que alejará la partitura de los ansiados Oscars.
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