lunes, 4 de octubre de 2021

Mulier (Amadeus). Lux Aeterna

 

                               


Mulier nos ofreció, después de un tiempo triste y aciago, un programa luminoso, intenso y pleno de belleza vocal.  El título es toda una metáfora de intenciones y deseos humanos: Lux Aeterna. “Que la luz eterna brille sobre ellos, Señor”.

El concierto ha sido demandado por el Ayuntamiento de Badajoz desde la Concejalía de Cultura, y ha sido patrocinado por la Diputación Provincial de Badajoz, en el marco su colaboración con la Federación Extremeña de Corales.

Comenzó el concierto con las “mulieres” avanzando hacia el fondo del espacio cultural Santa Catalina, a modo de procesión, mientras se extendía hacia la bóveda una preciosa versión de la Cantiga 325, con aires monódicos. El estilo gregoriano enriquece la cantiga y la originalidad de las voces femeninas, con percusión guiando el compás, dotó de un  aroma medieval, acorde con la  hermosa restauración realizada en la iglesia. Un momento de enorme plástica el de las albas cantoras desfilando, para colocarse a espaldas de los espectadores, mientras desgranaban los versos medievales del sabio rey.

Lux Aeterna” del organista Mark S. Burrows es una preciosa obra de la que la agrupación extrae gran limpieza de líneas, obteniendo un efecto de enorme suavidad y belleza en esa conjunción de voces femeninas, casi tan blancas como el vestuario de las cantoras.

En “Lux Beatissima” de Mark Patterson el coro extrae un registro evanescente (de dulcísima armonía), meciendo las notas (et veni, veni) que invita a la calma. Libremente, con sentido del misterio, indica la partitura. El prodigioso empaste de Mulier, las voces en capas y el estribillo etéreo, desembocan en un final de silencioso esplendor. Una obra dentro del estilo de Patterson que disfruta con melodías altísimas y conmovedoras.

Esta primera parte estuvo llena de armonías de gran belleza como los melismas y stacattos (Ky-ri-e-e) del Kyrie de Jerry Estes, perteneciente a “Three Contemporary Latin Settings”, donde el compositor ofrece, en modo contemporáneo, corales innovadoras con texto en latín.



Durme, durme es un tradicinal sefardí. Una canción de cuna que se canta en judeo-español.

No podía faltar en el repertorio de Amadeus el recuerdo Juan Vázquez o alguna versión contemporánea como el With or without you de los dublineses de U2.

El epílogo retomó el espíritu de la primera obra con el coro desfilando hacia la puerta y agrupándose para destilar una de las obras más hermosas del programa. Ut queam laxis sirvió a Guido D´Arezzo para elaborar el nombre y la entonación de las notas musicales. Este himno de Pablo el Diácono a la natividad de San Juan sirvió de cierre a un concierto ampliamente celebrado por el público (gran parte se quedó en la puerta) donde todas las cantoras utilizaban mascarilla, hecho que no afectó en absoluto al espacio sonoro, a las excelentes dinámicas  y a ese empaste magistral que es la marca de la casa bajo la dirección de Alonso Gómez Gallego. Enhorabuena.


 

 

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