viernes, 10 de enero de 2025

La guerra empieza en Cuba. Manuel Mur Oti. 1957

 

Es de imaginar el revuelo que el rodaje de La Guerra empieza en Cuba produciría en una tranquila ciudad transfronteriza de provincias como era Badajoz en 1957. La obra teatral genésica se estreno el 18 de noviembre de 1955 en el Teatro Victoria de Madrid con actores de la talla de José Bódalo, María Luisa Ponte o Gracita Morales. Un tema de larga tradición en la literatura occidental como era el del Doble, al cual se acerca el autor (Víctor Ruiz Iriarte) desde el campo de la comedia. Esta obra de fin de siglo transcurría en el libreto original “en la capital de una provincia española”. Manuel Mur Oti optó por elegir a la ciudad del Guadiana para que sirviera de fondo a los enredos, aportando una imposible Gobernadora de la ciudad (en realidad, la esposa del Gobernador Civil).  Atípica producción dentro del cosmos visual del gallego  Manuel Mur Oti, tan hábil detrás de la cámara como prestidigitador a la hora del regateo con los mecenas que arriesgaban sus arcas, sin ninguna certeza sobre el producto que iban a recibir a cambio. Lejos está La Guerra empieza en Cuba de los sesgos más personales de su cine: el sentido religioso; hondo y firme; la visión telúrica del mundo rural, la mirada sobre la mujer. Mur Oti contaba con un arsenal visual fuera de lo común. Y con una habilidad asombrosa para colarle de matute a la censura implacable una obra insólita como Fedra (1956), osada revisitación del mito clásico, plena de transgresor erotismo y significados ocultos. 

La obra, desarrollada en Badajoz, se encuentra en las antípodas de otras creaciones del autor como la barroca Cielo Negro (1951), con su soberbio travelling final o esa maravilla coral; ejercicio de estilo sobre el oficio de actor; que es El batallón de las sombras (1957), filmada el mismo año que La Guerra empieza en CubaSiguiendo los pasos del guión teatral, la película coquetea con la comedia burguesa y el folletín decimonónico: enredos, picardías, simplicidad psicológica, pasiones y clases sociales, pero con la levedad argumental de la comedia, sin personajes maniqueos, con la fluidez y soltura del contenido argumental no comprometido. Es la primera ocasión en que el director se acerca al color y a la comedia, jugando con los estereotipos que nutren la imaginería popular. El acercamiento es trivial, el texto teatral no permite otra opción. Mur Oti opta por el desenfado, el tono colorista y la frivolidad de la sociedad pacense de la época. Apoyado en un elenco sobresaliente, con una excepcional Emma Penella en un doble papel (Juanita la Guajira y su hermana gemela La Gobernadora) y el soporte de aquellos excelentes actores de reparto del cine español, saca adelante una anécdota liviana, con escasa ironía, pero altamente entretenida. Una historieta escénica donde se opta más por el pasatiempo intrascendente que por el conflicto entre las vidas de las dos mujeres. Laura Valenzuela desarrolla un papel primerizo como criada de la Gobernadora. El director se aventura en un terreno más “insustancial” cansado de las críticas negativas de sus obras anteriores. Con claras referencias estéticas a Les grandes manoeuvres de René Clair (1955) y un ritmo casi zarzuelesco en algunas secuencias, Mur Oti desarrolla una divertida y; nunca aburrida; trama que combina el enredo con la sátira social. El uso abundante de espejos y duplicaciones marca una dicotomía y un correlato, dentro de una obra donde se llega a jugar con la atrevida retranca: ¡Viva la República…francesa! En clara referencia a la 1º República Española. El distanciamiento temporal es el paisaje elegido, tanto por el autor dramático como por el director, para caricaturizar la severidad y rigidez morales en pleno nacionalcatolicismo. El disfraz de la farsa y la crítica al tardorromanticismo sirven para evitar censuras indeseadas. 

 


La evitación del componente teatral, con cuyo texto guarda escasa relación, es propuesta con variedad de espacios exteriores rodados en la ciudad de Badajoz.  En los instantes musicales, la voz de Luisa de Córdoba interpreta las canciones, dirigidas por su marido el compositor, de corte albeniciano,  Salvador Ruiz de Luna. La cámara recoge ambientes de una ciudad en la que aún muchos recuerdan un rodaje que supuso la participación de muchos pacenses como extras. A lo largo de la trama, el director utiliza en varias ocasiones la Plaza de España, incluso vista desde el balcón del Ayuntamiento, donde se divisa la estatua de Luis de Morales que preside la plaza. Un ayuntamiento donde habitan el Gobernador y su esposa. En la portada de la Catedral se unen el coro de arpías con mantilla. Los mentideros están en la plaza de San Francisco, donde también tiene lugar la inauguración de la controvertida estatua de la diosa Ceres. La desparecida portada del cuartel de Ingenieros y la plaza de Minayo, con la esquina de la cafetería La Marina, son el centro de la vida social. También algunos planos de la Torre de Santa María en La Alcazaba, de los Jardines de la Legión o el palacio del Duque de Feria (Museo Arqueológico), donde tiene lugar la parada militar. 


El Parque de Castelar aparece como un lugar bullicioso donde carros y ciudadanos pasean. El plano inicial, con Circunvalación, visto desde la margen derecha del Guadiana, posee un sabor nostálgico de lo ya desaparecido, con un segmento de la zona fluvial conocida como El Pico. Pese a su disfraz de melodrama convencional, la maestría de Mur Oti en el plano y la huída del neorrealismo de producciones anteriores, consigue levantar el componente folklórico-encorsetado de la trama. La voz de Emma Penella, como en otras películas, fue doblada por Elsa Fábregas, ya que consideraban que su tono era “atípico y poco femenino”. Su interpretación le valió el premio del Sindicato Nacional del Espectáculo a la mejor actriz

Tendrían que pasar 58 años para que otra película se rodara íntegramente en la ciudad del Guadiana: El país del miedo, de Francisco Espada.

miércoles, 8 de enero de 2025

El efecto Campoamor o la Miopía Selectiva.

 El coló, la coló, la calóh..

El madrileño Ramón de Campoamor es uno de esos poetas del realismo que convendría revisitar. Aunque solo fuera por la lucidez de uno de sus cuartetos, que refleja la sociedad caótica y tendenciosa en que vivimos.
La expresión Ley Campoamor se usa a modo de metáfora, o de recurso retórico, con que poder decir a alguien que se ha hecho una interpretación interesada de algo, ya sea de un hecho o bien de una disposición legal o reglamentaria. En la Administración pública española es una expresión usada con cierta frecuencia en aquellas ocasiones en las cuales un jefe hace interpretación, apreciación, o aplicación, de reglamentos a su albedrío, que no es coincidente con la interpretación general y comúnmente aceptada o entendida. En esos casos arbitrarios se dice entonces que la persona en cuestión aplica la ley Campoamor.
Yo voy mucho más allá y defino la "Sociedad Campoamor". Aquella que tiene los filtros de las ideologías, las creencias, los colores, las banderías y necedades varias delante de los ojos a modo de lentes de color, impidiéndole ver la realidad tal como es….
Ahí lo dejo….
Y es que en el mundo traidor
nada hay verdad ni mentira;
todo es según el color
del cristal con que se mira.

martes, 7 de enero de 2025

Como nos manipulan. Ingeniería social para Dummies (Parte I). La cortina de humo, el Cambio de Reflectores y el Sesgo de contenidos

 


El término “Cortina de humo” procede del argot militar. Hace referencia al humo provocado para impedir que el enemigo vea o adivine los movimientos propios. Trasladado al ámbito social una cortina condensa todas aquellas acciones u omisiones que se producen para distraer, tapar o evitar el conocimiento del ciudadano acerca de actos del Estado.

Para provocar esta ceguera en la sociedad civil los gobiernos cuentan, hoy en día, con muchos más medios que antaño. Prensa mercenaria, a soldada del poder, trolls infiltrados en las redes con la misión de opacar la información, wokes que acribillan al ciudadano que disiente en sus opiniones y una amplia red de servidores dedicados a desviar la atención o centrarla en otra situación para que pase lo más desapercibida posible. Los “amplificadores” difunden las ideas que los “iniciadores de idea” crean para llegar a los “observadores” que pueden ser sujeto pasivo de la invasión o ”comentadores”, aunque estos suelen ser machacados por la amplia panoplia de boots al servicio de la idea.

La Cortina de Humo crea un relato alternativo a la realidad, una entelequia para enfrentarla a la realidad “incómoda”. La ocultación es el objetivo de esta técnica que se basa en la agenda setting, esa influencia que los medios de comunicación de masas tienen sobre el público al determinar cuáles asuntos poseen intereses informativos y cuales no. Los medios de comunicación gradual la importancia de la información, dan prioridad y crean conciencia. De este modo se crea una influencia en la agenda pública. El mapa informativo está condicionado por la ideología, intereses o la genuflexión ante quienes pagan las nóminas del medio. De este modo se crea un periodismo de reclinatorio y misal que rinde culto al poder que lo alimenta.

Las técnicas empleadas pasan el tamaño o extensión de la noticia, la frecuencia de la repetición, o el lugar de prioridad donde se ubique dentro del medio, ya sea escrito, televisivo o radiofónico

Framing es la selección y el énfasis que los medios conceden a las características de un tema, y que promueven abiertamente en el público una particular evaluación sobre dicho tema.

El conocimiento  del espectador  sólo tiene acceso a la información que se les ofrece y los datos están restringidos, excepto para quienes se molestan en investigar la realidad.

Los temas que se omitan en los medios, difícilmente pueden ser analizados por el receptor. El emisor siempre se referirá a los hechos que interesan no como posibilidades sino como verdades incuestionables.



Siempre se acogen al señalamiento de un “enemigo” o cabeza de turco.

Uso del estereotipo y distracción mediante sensacionalismos y controversias.

El uso del doble filtrado: Círculos de información Personales y Medios de Comunicación.

Una de las técnicas más empleadas consiste en soltar alguna premisa que cambie el contenido de las conversaciones cuando se está tratando de imponer alguna norma, ley o disparate que se conoce que va a causar asperezas. La salud pública es una de las premisas recurrente. También la creación de escenarios con los que el receptor pueda simpatizar: escándalos, deportes, economía. Cualquiera es válido para que del tropo central se pase a otro secundario. El llamado “cambio de reflectores”.

La Cortina de Humo puede utilizarse de diversas formas. Desde temas banales que distraen la atención y cumplen la función de Panem et Circenses, hasta historia manipulada y sesgada. El juego de acusar de aquello mismo de que se es acusado no está ausente en esta técnica social de manipulación.

Otras herramientas utilizadas son el Sesgo de Encuadre, el Sesgo de Confirmación donde la forma de presentar la información condiciona la interpretación de la misma. Omitiendo información y centrándose en datos selectivos para dirigir al receptor. Para ello se juega con la Terminología, con la falsa dicotomía (buenos y malos), una técnica clásica o el lenguaje emocional que apela al peligro de los “malos” o a la pérdida del bienestar, provocada (obviamente) por los “malos”.



 

Como nos manipulan (II). Ingeniería Social para Dummies. La técnica del “Disco Rayado”

 


La técnica del “Disco rayado” utilizada por el Poder es una perversión de la técnica asertiva que utilizamos para zafarnos de situaciones donde nos encontramos presionados o la insistencia del emisor trata de forzarnos a realizar algo que no deseamos. Un claro ejemplo son las ofertas y llamadas telefónicas indeseadas y no solicitadas, donde se nos ofrecen contratos y novedades. También se utiliza para hacer una petición con asertividad, manteniendo el tono firme y tranquilo para dejar claro al receptor que debe respetar tus derechos.

La variación, utilizada por el Poder, consiste en una invasión constante, utilizando el mensaje como un hecho consumado y repetido paulatinamente hasta que el receptor llegue a considerarlo algo rutinario, debido al cansancio o a la desensibilizaciòn progresiva que produce la repetición.

De este modo introducirán una idea, concepto o cambio de modo constante en diálogos, tertulias, decretos, conceptos, etc, en modo inverso a la Terapia de Exposición, ya que no buscan la aproximación progresiva del sujeto a la situación, sino la inoculación de la noción, la idea, la imagen o el símbolo. El cansancio de la repetición cíclica agota la capacidad de reacción del sujeto (ciudadano). La afirmación en el hecho, sin posibilidades de discrepar, crea la habituación y consigue que la sociedad acepte una normativa, medida social o constructo artificial casi sin consciencia de lo que está sucediendo. La dimensión ética queda anulada cuando la certeza de lo sucedido no tiene marcha atrás y se imprime en el contexto social. Como si aquel objetivo bastardo formara parte de la “normalidad”. 



La tecnología actual permite manipular a los receptores con mensajes espurios. Medios de comunicación apesebrados. Periodismo de misal y reclinatorio. Tertulianos mercenarios al servicio del mensajero. Las granjas de “Bots” y el sectarismo vocacional de internautas, afectos a las diversas ideologías, facilitan el avance del Caballo de Troya que se pretende introducir.

Las posibilidades de agotar al receptor por cansancio con el “Disco Rayado” son infinitas. De este modo, el ciudadano se levanta un día percibiendo como cotidiano algo que hace tiempo era impensable, moralmente reproblable e incluso ilegal. La repetición del mensaje es progresiva. A pequeñas dosis. Primero se hace referencia al hecho como algo que se niega o no se va a realizar. El siguiente paso es presentarlo como algo probable, como una posibilidad. Es el momento en que se realiza una grieta en el receptor que, agobiado con los problemas cotidianos, no presta atención a la maniobra. El siguiente paso consiste en avanzar que “se está pensando”, que “quizás se podría realizar”. Aquí ya no hay marcha atrás. Cuando el indefenso receptor se da cuenta, le han colado un gol. La desinformación del receptor, la indiferencia (producida por el cansancio) o la falta de preparación, facilitan el camino. El bajo nivel de educación del receptor y el criterio escaso son armas en manos de los dirigentes. El discurso no puede ser diseccionado cuando se carece de las herramientas necesarias. La formación, la cultura, la educación en criterio y la gestión de las herramientas necesarias son imprescindibles para no ser aplastados por la apisonadora de los ingenieros sociales que nos manipulan.