La
propuesta que Bululú presentó en el salón del Centro Joven de Badajoz, dejó
patentes dos realidades. Que hay jóvenes luchando por tomar otras direcciones
en lo cultural y en lo humano, en base a trabajo constancia e ilusión, y la
necesidad que las administraciones (Instituto de la Juventud) aporten espacios
y faciliten el desarrollo de estas actividades. Se cumplían las dos premisas en
esta obra de teatro aficionado (la tercera dramaturgia del director). El saldo
fue óptimo y dejó buen sabor de boca a los espectadores que rieron con las
peripecias de un grupo de desconocidos en un
ascensor parado. Bululú jugaba con un espacio escénico casi vacío; unos
andamiajes representando el esqueleto del ascensor; por lo cual debían
concentrar toda la atención en los hilarantes diálogos y el movimiento actoral.
Partiendo de esa premisa argumental la obra desarrolla una historia disparatada
en la línea de Darío Fo, incluso con toques del teatro del absurdo (esa niña
del exorcista) que resuelven con eficacia, y la seguridad que da un trabajo de
muchas horas que el grupo ha desarrollado en el escenario del Centro Joven de
Badajoz. Incluso se atreven con números musicales (con homenaje a “Con Faldas y
a lo Loco”) perfectamente integrados y
salvados con bastante solvencia por el elenco, o la inclusión de recursos de clown
(los dos gemelos). El director/autor, Miguel Ángel Álvarez Toro, ha desarrollado una sátira
donde aparecen personajes arquetípicos (la pija, el “colgado” con corazón, el
ejecutivo “estirado”, etc) que se ven inmersos en el claustrofóbico espacio de
un ascensor, un leitmotiv que ha dado mucho juego en la dramaturgia. Un nutrido
grupo de jóvenes entusiastas han contribuido a esta aventura, que desean
continuar con nuevas ideas (y el público presente, también lo desea). Largos
aplausos premiaron el esfuerzo que se realiza desde este teatro de base, que es
la cantera de futuros profesionales; el baúl de la vida da muchos viajes; pero
también lo es de espectadores respetuosos, de aficionados conscientes del
trabajo y la constancia que ahí detrás de cualquier montaje. No hay que olvidar
que el tiempo dedicado a esta vocación/afición lo sacan estos entusiastas de
sus horas de estudio o evitando
disgregarse; como tantos jóvenes; en otras “actividades” menos productivas.
Hacer cultura es abrir la posibilidad de una sociedad mejor, más respetuosa con
el esfuerzo ajeno, más consciente de las diversas opciones de creación que
existen. Estos chicos los consiguen. Y eso, para los tiempos que corren no es
asunto baladí. Enhorabuena a Bululú, y hasta otra.
Bululú:
Bululú
toma el nombre del comediante trotamillas y farandulero que recorría los
caminos y villorrios, representando todos los papeles en farsas variadas y
ricos repertorios:
Alejandro
Moreno Flores como Emilio, Rocío del Pilar Sánchez como Herminia, Raquel García
Calderón como Cloti, Marina Morales Mata (Nerea),Ana Lozano Alonso (Bárbara),
Cristina Pérez (Cristina), Luis Collado (Ejecutivo), Carlos Bernáldez Ibarra
(Gemelo 1), Jose Ignacio (Gemelo 2), Yolanda Mata Álvarez (Atrezzo) Christian
Morales Mata (Presentador) Angélica López de la Cruz (Coreografía), Mimí Otero Pousada
(coreografía), Lidia Solana Reguero (Coreografía), Samuel Cosme de la Cruz (El Pizzero)
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