viernes, 19 de mayo de 2017

Lo que en el ascensor suceda, en el ascensor se queda. Bululú Teatro




La propuesta que Bululú presentó en el salón del Centro Joven de Badajoz, dejó patentes dos realidades. Que hay jóvenes luchando por tomar otras direcciones en lo cultural y en lo humano, en base a trabajo constancia e ilusión, y la necesidad que las administraciones (Instituto de la Juventud) aporten espacios y faciliten el desarrollo de estas actividades. Se cumplían las dos premisas en esta obra de teatro aficionado (la tercera dramaturgia del director). El saldo fue óptimo y dejó buen sabor de boca a los espectadores que rieron con las peripecias de un grupo de desconocidos en un  ascensor parado. Bululú jugaba con un espacio escénico casi vacío; unos andamiajes representando el esqueleto del ascensor; por lo cual debían concentrar toda la atención en los hilarantes diálogos y el movimiento actoral. Partiendo de esa premisa argumental la obra desarrolla una historia disparatada en la línea de Darío Fo, incluso con toques del teatro del absurdo (esa niña del exorcista) que resuelven con eficacia, y la seguridad que da un trabajo de muchas horas que el grupo ha desarrollado en el escenario del Centro Joven de Badajoz. Incluso se atreven con números musicales (con homenaje a “Con Faldas y a lo  Loco”) perfectamente integrados y salvados con bastante solvencia por el elenco, o la inclusión de recursos de clown (los dos gemelos). El director/autor, Miguel Ángel  Álvarez Toro, ha desarrollado una sátira donde aparecen personajes arquetípicos (la pija, el “colgado” con corazón, el ejecutivo “estirado”, etc) que se ven inmersos en el claustrofóbico espacio de un ascensor, un leitmotiv que ha dado mucho juego en la dramaturgia. Un nutrido grupo de jóvenes entusiastas han contribuido a esta aventura, que desean continuar con nuevas ideas (y el público presente, también lo desea). Largos aplausos premiaron el esfuerzo que se realiza desde este teatro de base, que es la cantera de futuros profesionales; el baúl de la vida da muchos viajes; pero también lo es de espectadores respetuosos, de aficionados conscientes del trabajo y la constancia que ahí detrás de cualquier montaje. No hay que olvidar que el tiempo dedicado a esta vocación/afición lo sacan estos entusiastas de sus  horas de estudio o evitando disgregarse; como tantos jóvenes; en otras “actividades” menos productivas. Hacer cultura es abrir la posibilidad de una sociedad mejor, más respetuosa con el esfuerzo ajeno, más consciente de las diversas opciones de creación que existen. Estos chicos los consiguen. Y eso, para los tiempos que corren no es asunto baladí. Enhorabuena a Bululú, y hasta otra.
 

Bululú:
Bululú toma el nombre del comediante trotamillas y farandulero que recorría los caminos y villorrios, representando todos los papeles en farsas variadas y ricos repertorios:



Alejandro Moreno Flores como Emilio, Rocío del Pilar Sánchez como Herminia, Raquel García Calderón como Cloti, Marina Morales Mata (Nerea),Ana Lozano Alonso (Bárbara), Cristina Pérez (Cristina), Luis Collado (Ejecutivo), Carlos Bernáldez Ibarra (Gemelo 1), Jose Ignacio (Gemelo 2), Yolanda Mata Álvarez (Atrezzo) Christian Morales Mata (Presentador) Angélica López de la Cruz (Coreografía), Mimí Otero Pousada (coreografía), Lidia Solana Reguero (Coreografía), Samuel Cosme de la Cruz   (El Pizzero)

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