El cartel del XXIII Ciclo de Música Sacra de Badajoz arranca con un conjunto
vocal que presentará “Escenas Sacras en
la Europa de la Razón”. El tenor Víctor Sordo (Forma Antiqva) y la cantante
Sonia Gancedo (Gradualia), la viola de gamba de Calia Álvarez y el clave de Diego
Fernández, peinaran el Baroco europeo con su Ensemble VN. Desde Francisco Lombardo y su oratoria sagrada “Crónica Sancti Francisci” a Monteverdi y
su transición entre polifonismo y madrigalismo. El de Cremona es uno de los
autores más prolíficos y que utiliza mayor cantidad de estilos en el ámbito
sacro. Desde Misas polifónicas a música operística. Desde las composiciones
corales antifonales, con influencia de sus predecesores venecianos los
Gabrieli, alcanzando su cénit en las “Vespro
Della Beata Vergine”. Poco podemos descubrir sobre Bach, cuyas
composiciones religiosas superaron a todos sus precursores, fundiendo técnicas de
órgano francesas e italianas con las influencias de los maestros de Sajonia y
Turinia.
La originalidad del alemán consistió en acercarse con el mismo fervor
al tema profano o al sacro, dado que todo debía ser abordado con la misma
altura de miras. El Cantor de Leipzig, dejó escritas algunas de las obras más
profundamente espirituales de la historia. El villancico Barroco alcanza su
cúspide expresiva en el teclado del órgano de Tomas de Torrejón y Velasco, siendo el primer maestro de capilla de
la Catedral de Lima que no poseía ordenes sacerdotales,
aunque es recordado principalmente por su partitura “La Púrpura de la Rosa”,
primera ópera de la América, con texto
de Calderón de la Barca. Algunos de sus villancicos más famosos son:
A cantar este día, flores
A la fiesta convoco
Ala, ola, a la xacarilla
De Toribio las luzes
En confusos abismos de luzes
Sin olvidar el afamado Rorro (Desvelado Sueño Mío) que se
continuó catando en Cuzco mucho después de su muerte.
Händel es una de las cumbres del
barroco. Consiguió sintetizar los estilos nacionalistas de su época, tomando los
mejores elementos y sublimándolos como el cosmopolita que fuera. Su enfoque
vocal es el del belcantismo italiano, añadiendo la elegancia francesa o la
audacia de la pérfida Albión, donde reinaba Purcell. De hecho, su música vocal recuerda
más a éste que a los compositores italianos, con su dominio de la melodía y
homofonía. Durante el XVIII no existen fronteras entre profano y religioso.
Este recorrido por el siglo de las luces permite a Víctor Sordo y la contralto
Sonia Gancedo, de poderosa voz, acercarse a Charpentier uno de los mayores
autores de música espiritual, que compuso obras para voz femenina debido a su
amistad con la duquesa de Guise y motetes en estilo italianizante. Aunque
también dominó el profano “air de court”.
16 de Marzo. Olivenza
El clavecinista Santiago Pereira (director
del Ensemble “Il Nobile Diretto”), recorrerá
el Londres de tiempos de Purcell y de Händel”. Gran Bretaña en el siglo XVIII
presenció un período de bonanza sin precedentes. Esto fue principalmente consecuencia
de un gobierno democrático, comparativamente estable, y de un floreciente
comercio internacional. Amén de la existencia de un número creciente de
colonias respaldadas por instituciones financieras de confianza. El
renacimiento de la música inglesa del siglo XVIII en los años 1930 y 1940,
dirigido por personas como Gerald Finzi (1901-1956) y Constant Lambert
(1905-1951), contribuyó en gran medida a estimular el interés en esta era
olvidada. Aún hoy, muchas de las obras de estos músicos siguen siendo
relativamente desconocidas.
Uno de los mejores autores ingleses
fue el organista John Blow, músico
privado de James II, maestro de coro de la Catedral de San Pablo. Blow produjo
una profusa obra de culto y obras para clavicordio y para dos, tres y cuatro
voces y bajo continuo. También escribió para celebraciones aúlicas. Tuvo gran influencia
sobre su estudiante Henry Purcell a quien
escribió una oda a su muerte. Destacar sus innovaciones armónicas, habilidad
técnica y su destreza en los himnos con acordes sencillos o contrapunto, donde
obtenía naturales y dulces melodías, desarrolladas con un bajo de fondo.
William Croft también estudió bajo la tutela de Blow hasta
convertirse en organista de la Iglesia de Santa Ana. Sus sonatas para violín no
son tan conocidas como su música sacra, que incluso fue asimilada por otros
compositores. Como es el caso de la canción “Santa Ana”, que fue incorporada a su obra por Händel (O Praise the Lord) y también por Hubert
Parry (Coronación Te Deum). Incluso la Fuga en mi bemol de Bach por su
coincidencia en la primera frase de la melodía del himno, recibe el nombre de “Santa
Ana”. La música de Croft se usó en los funerales de Diana de Gales y de todos
los entierros estatales británico, alejándose del estilo musical del período de
Restauración de Purcell y Blow hacia el estilo del nueva era barroca. Es autor
de varias suites para clave.
Amén de teclista, John Stanley fue un destacado violinista, que era escuchado por
Händel en la iglesia de la Sociedad del Templo Interior (Asociación Profesional
de Abogados y Jueces) Stanley era ciego debido a un accidente infantil, pero
tenía una excelente memoria. Algunas de sus obras, compuestas para el Rey,
desgraciadamente no han sobrevivido. Sus tres volúmenes para órgano han sido
arreglados para orquesta de cámara y trompeta. El escritor inglés de música
Charles Cudworth describió el número 4 como "probablemente el mejor de todos los conciertos de órgano en inglés".
Maurice Green comenzó como organista a los 17 años. Fue uno de los
fundadores de la Academia de Música Antigua. Admirador de Händel, cayó en
desgracia con el maestro por su amistad con Bononcini, enemigo del anterior.
Green utiliza el sexto acorde napolitano (Frigio II), en obras como “Señor, déjame saber mi fin”. También escribió
“Lecciones de Elección para Clavicémbalo”.
Johann Christoph Pepusch nación
en Alemania, aunque vivió la mayor parte de su vida en Inglaterra. También
coincidió durante un par de años trabajando en Cannons con Händel, de un modo u
otro todos estos compositores interactuaron entre sí. Ayudó a formar la Academia
de Música Antigua. La mascarada, con libreto en inglés, Venus y Adonis, de
Johann Christoph Pepusch, se estrenó en el London’s Theatre Royal el 12 de marzo
de 1715, inspirada en las óperas de compositores tan insignes como Giovanni
Battista Bononcini o Alessandro Scarlatti. A pesar de su italianidad, la obra
ha de considerarse como una predecesora clara de los dramas musicales ingleses
que en apenas 20 años tendrían copados los escenarios londinenses. Fue un
maestro en la alegre música teatral y las elegantes cantatas inglesas, que en
su mayoría están cuidadosamente compuestas, (Pepusch incluyó Si Mayor, además de las otras teclas que
Bach usaba). La escritura de Pepusch en sus máscaras es intencionalmente
italiana, con da capo arias, secco
recitatives e instrumentos típicos italianos con cuerdas y viento de madera
18 de Marzo. La Albuera. Iglesia
Nuestra Señora del Camino.
Garci Sánchez de Badajoz. Pange
Lingua. Música y Lírica de Garci Sánchez de Badajoz.
Laura del Puerto con arpa de dos
órdenes, espineta y voz y Manuel Pascual (Cornetas, Flauta y Voz) pergeñan un
programa diseñado para este ciclo.
Hexacordo presenta un monográfico del vihuelista, de su obra musical y
literaria. Están recogidos del Cancionero
Musical de Palacio. Garci perteneció a la baja nobleza extremeña. Tuvo
problemas con la inquisición por su obra “Liçiones de Job”, parodia del libro
bíblico. En alguna obra llega a ser incluso precursor del romanticismo (Caminado por mis Males) o El Infierno del amor,
compuesto con retazos de canciones eróticas de poetas ya fallecidos. Famoso por
sus redondillas, Garci Sánchez nació en Écija (Sevilla), el estilo de Garci es alegórico-dantesco
con utilización del dodecasílabo, la copla real, y la alegoría.
18 de Marzo
El clave de Andrés Alberto Gómez
ejecutará en el Convento de Santa Ana un monográfico de Sonatas del napolitano Doménico
Scarlatti. El compositor no se preocupó en exceso de renovar las formas
musicales de la época. A pesar de la riqueza de sus motivos musicales, la
estructura de las “Sonatas”, responde a forma binaria. La primera finaliza a
menudo en dominante y la segunda siempre en tónica con escasos cambios de esta
estructura. También el teclista debe exprimir todas las posibilidades del
instrumento, ya que la aparente sencillez de las obras contiene endiablados
saltos de octavas, arpegios complejos y unas escalas de rapidez inusual donde
pueden rastrearse aires de música popular hispana (tonadillas, fandango,
tangos, etc.) usanza de ostinati y uso extremo de la modulación, siendo capaz
dentro de la misma obra de recorrer todas las tonalidades. Scarlatti es un
"todo vale” dentro de un universo que no pone límites a la creatividad. Andrés
Alberto Gómez realizó una personalísima grabación de “17 Sonatas de Scarlatti”.
Forma Antiqva, la agrupación de los hermanos Zapico cierra este
selecto programa el día 20 en la Catedral San Juan Bautista.
El currículo de los músicos habla
por sí mismo y nos presenta un programa a través de la música de los siglos
XVII y XVIII, al más puro estilo Zapico. Arregladas por los propios músicos,
las danzas del “Concierto Zapico N.º 2” llenaran la nave de la Catedral
Pacense. El Barroco Español e Italiano, transcrito para sus tres instrumentos
en una práctica que se ha realizado a lo largo de toda la historia, recoge
obras como Ensaladas, Marionas, Alemandas, Españoletas de autores como Gaspar
Sanz, Sebastián Aguilera de Heredia, Coreli, Santiago de Murcia, etc. Los
Zapico se revientan a sí mismos, convierten cada obra en una pièce de
caractère, exprimiendo las posibilidades tímbricas de sus instrumentos.
Una vez más felicitar a los
organizadores por la calidad de esta programación y el aprovechamiento de los
espacios sonoros sacros que contribuyen a crear un entorno espiritual, de
meditación y profunda belleza.
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