lunes, 21 de mayo de 2018

Tú y yo no somos como todo el mundo. Exposición. Sala Vaquero Poblador


        

 



Mediante la iniciativa de Fundación Triángulo y de la “Fundación ReBross”, cuya labor en el campo cultural y solidario ya es larga y densa (Premios San Pancracio, Revista Versión Original y un largo etc), llega a nuestra ciudad este homenaje-exposición al imaginario almodovariano. La donación de los beneficios irá destinada a familias en riesgo de exclusión social. Las obras pueden adquirirse en la Web:
                                           
                                                  www.expoalmodovar.com

El cosmos del realizador manchego se desglosa en estas 20 ilustraciones que combinan los más diversos géneros e influencias, pero bebiendo directamente de los estilemas visuales, cromáticos y narrativos del director. Paco Rebollo narró brevemente cómo surgió esta idea y la posibilidad de captar al creador, poco adicto a órecoger premios, cómo se pergeño toda esta aventura, para dar paso a Miguel F. Campón, comisario de la Exposición que aclaró que la frase que titula la exposición está extraída de la película “La Piel que Habito”. A continuación habló Hugo Alonso, director de producción de Los Palomos”. Un repaso por la heterodoxia vocacional de sus películas, por sus personajes disparatados y extravagantes; un universo donde la excentricidad y un cierto tono kitsch en lo visual; no consiguen eclipsar la fuerza del discurso, camuflado bajo lo disparatado y lo extremo. 

Un juego de espejos que, en estas reproducciones de metacrilato, permite que el reflejo se mixture con lo reflejado y el espectador forme parte de la historia. Las influencias y referencias son de lo más variado. Desde la estética comic de “Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón” (Fermín Solís), pleno de personajes disparatados y colorido vitalista al renacentista camafeo de “Laberinto de Pasiones” donde Patti Diphusa; en trazo difuminado; nos promete hacernos felices. Sean Mckaoui retrata el imposible mundo de autodestrucción de “Entre Tinieblas” con una simbólica cuchilla cruciforme para representar la tercera película del cineasta. Una colmena donde el personaje de Carmen Maura aparece empequeñecido en medio de un deshumanizado bloque-colmena es la ilustración de Chema García, un trabajo de delineación donde la perspectiva y la standardización de la vida humana causa un profundo desasosiego, jugando con colores primarios en fachada, secundarios en toldos, en contraste con ocres y grises. 
Un juego cromático que transmite toda la fuerza y la ansiedad del momento de ¿Qué he hecho yo para merecer esto?, basada en la obra corta de Roald Dahl. 
La apuesta de Borja González, jugando con la proporción áurea, sitúa la protagonista en un vértice donde confluyen geométricas líneas blancas y rojas, obteniendo un resultado visual impactante en su “aparente” sencillez. 
Todas las líneas dirigen las vista hacía la protagonista de “Matador” y su liturgia de la muerte, bajo una lluvia de gotas de sangre.
Julio Antonio Blasco se decanta en  la “La Ley del Deseo” por una estética collage que bebe del diseño gráfico y el pop-art para desgranar el barroquismo dramático y la visceralidad de este film trasgresor. 
“Mujeres al Borde de un ataque de Nervios” es la mítica obra elegida por Julia Bereciartu. Una película donde están algunos de los mejores diálogos almodovarianos, donde la ilustradora refleja a las protagonistas e importantes protagonistas no humanos (como el disco que arrojan a Kivi Mánver). 
En el “Átame” del ilustrador Cayetano Casas, adquiere protagonismo el cohete submarino, al que sitúa en primer plano, mientras la protagonista nada en una división visual que prima la parte acuática, invirtiendo la importancia de los personajes del referente cinematográfico. “Tacones Lejanos” de Mayte Alvarado está dividida en viñetas de estética comic. Una sinfonía donde seis colores componen toda la secuencia narrativa para la obra que dio un giro a la carrera del manchego con su peculiar visión del melodrama. Becky del Páramo ocupa la viñeta central, rodeada de tacones, medicación para los múltiples trastornos del guión, realizada en línea gruesa, que rememora la estética del comic ochentero. 



Loreta Lion se decanta por esa crítica al ensimismamiento televisivo que el autor filmó en 1983. Si “Kika” estaba influenciada por el collage, la obra de la ilustradora bebe de esa fuente, rescatando los elementos más simbólicos del guión en sus “cañeros” personajes dibujados y lo extremo del argumento. Un perfil de Marisa Paredes le sirve a Ester García para homenajear “La Flor de mi Secreto”. Inspirada en el relato “The Lovely Leave” de Dorothy Parker (1943). La escritora de novelas rosa, esbozada en grafito, con fuerte contraste en ropa (rojo) y en los colores de la flor, consigue un efecto hipnótico. En el mismo film, el cineasta juega con códigos cromáticos en base a las circunstancias de Amanda Gris.

El rostro de Javier Bardem, hechizado frente a un pubis femenino conforma la ilustración de Cristina Borobia para “Carne Trémula”, inspirada en la novela de Ruth Rendell. Una de las cumbres fílmicas del director, de apasionante desarrollo y que la ilustradora sumerge en una aventura visual de un rojo obsesivo como fondo frente al perfil adorador del protagonista y su objeto de adoración con técnica impecable.
Cecilia Roht de espaldas, con el paraguas arco iris y el impermeable rojo; en el momento del atropello de su hijo; es la ilustración con la que Jose Luis Águeda, contribuye a la exposición. Un film de la quinta etapa del director (estilizada-vanguardista). Juegos con angulaciones y perspectivas y líneas de fuga para conducir el ojos hacia un, apenas visible, accidentado. El autor centra el dramatismo en la figura, obligando a la mirada a dirigirse a ella.
El historietista Fidel Mártinez elige “Hable con ella” para una historia sobre la soledad, con fondo de capote donde las protagonistas estan reflejadas en trazo baconiano.
Jugando con el concepto de vidriera eclesiástica, Javier Jubera refleja la autobiográfica “La Mala Educación”, la vuelta de Almodóvar a su étapa más oscura. Una narración con constantes saltos en el tiempo que queda reflejada por un monaguillo vitriólico, jugando con rojos y negros intensos, extraída de secuencias de la película.
Marta Altés (Volver), opta por un diseño de trazo infantil; pese a los cuchillos flotantes. Recoge la ilustración esa separación que se produce en la película entre los personajes masculinos y femeninos, especialmente en la escena del velatorio.Trazo grueso y desenfado conceptual para representar a las heroínas protagonistas.



Dos manos radiografiadas junto a unos signos en braille (símbolos del protagonista ciego y de Ray X), sirven a Lou Germain para representar “Los Abrazos Rotos”, una de las obras más controvertidas de la panoplia almodovariana.
Jonatan Carranza refleja la dualidad, como aquel dios Jano, bifronte, de la mitología, superponiendo una máscara y un rostro humano. El rostro, en sepia davinchiana, realizado sobre motivos simulando huellas digitales y la máscara, casi diluida en rojo intenso. “La Piel que Habito” está reflejada con un lirismo tenebroso y chorreante.
“Los Amantes Pasajeros” de Sito Recuero extrae la imagen más fresca y trasgresora del manchego, con un concepto lúdico del cromatismo y exposición de personajes comiqueros, estilizados, absolutamente simpáticos y extravagantes.

Una “Julieta” vegetal, casi un dagerrotipo es la apuesta de Maria Polán para este film, basado en tres relatos de Alice Munro.  Una vida en ruinas, desolada, en la película más contenida del ciclo, pero también de las más perturbadoras. Como lo es esa mujer-árbol, señera y melancólica sobre fondo negro.
La exposición está enmarcada dentro de las actividades con motivo de “Los Palomos” y permanecerá hasta el 2 de Junio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.