martes, 9 de octubre de 2018

Festival Internacional de Teatro de Badajoz. 41 Edición





 



                                                      
Llega la 41 edición del Festival Internacional de Teatro con sabor internacional y algunos platos fuertes. Junto a las compañías españolas se podrán visionar trabajos de Reino Unido, Francia, Holanda y Portugal. Las madrileñas Funamviolistas llegan con su propuesta de “Contraescena”, un ejercicio de estilo donde el trío de cuerdas recrea en la intimidad el milagroso caos de existir. Ana Hernández, Maite Olmedilla y Lila Horovitz  nos acercan mediante sus voces e instrumentos a su teatro gestual/musical en un argumento donde cabe de todo, desde el cuidado de los hijos al miedo al envejecimiento. Un espectáculo de lujo, innovador que llega cargado de premios (y de swing), aunque no debemos olvidar a Piazzola, Quintero, León y Quiroga, Vivaldi o Peggy Lee entre, otros músicos que son recreados por este formidable trío femenino vestido por Lorenzo Caprile. Sorprendente e innovador.


Crimen y Telón” es la última y exitosa propuesta de los ronlalianos. Ya se echaba en falta esta compañía por estos lares, después de sus clamorosos éxitos “En un lugar del Quijote”, “Folía” o la celebrada “Cervantina”. Ron Lalá ha desarrollado un estilo reconocible e irrepetible, con recreaciones y puestas al día de los clásicos y un inmenso amor por el teatro. En “Crimen y Telón” se entremezcla la pasión por el teatro y el genero “noir”. Las referencias son continuas y la metaliteratura está presente en cada escena. Todo ello aderezado con ese estilo particular que se ha convertido casi en un género, donde se mixturan canciones, citas, humor y un dominio sorprendente del escenario. Un espectáculo que será inolvidable para el aficionado.


Los extremeños de “Suripanta estrenan una comedia plena de crítica social. “Caimanes”, intitulada “Una comedia muy sería sobre la mentira” que promete la habitual calidad de la compañía pacense. Una serie de sorpresas irán revelándose en una, aparentemente, agradable velada. Un análisis sobre la apariencia y la comunicación.
Unos viajeros pintados en la pantalla, reales e imaginarios, un espectáculo para niños, con marionetas, música y movimiento. Una mixtura de la memoria colectiva de Portugal y Noruega de abordaje no verbal para una narración de viajantes imaginarios. Conchas, de Teatro D'Orfeu y Marionetas Mandrágora.

Genoma B” de los extremeños Albadulake es una libre revisitación del imaginario lorquiano en “La Casa de Bernarda Alba”, con ruptura canónicas de la obra seminal. Una hermosa mixtura de flamenco, danza e incluso circo, donde Bernarda es un maniquí seguido de mujeres enlutadas. Un féretro con sorpresa flamenca, juego cromático de abanicos rojos, la percusión como arma. Peteneras y mucho arte, conforman un espectáculo innovador,  multidisciplinar, potente y respetuoso con la raíz literaria.


Siguiendo con la raigambre castúa “El Reto de Zeus” de Panduro Producciones, donde una bella historia de amor en el Olimpo es el pretexto para el humor y lo mágico. Las aventuras de Pan, que trata de acabar con el aburrimiento del padre de los dioses, llevará a una serie de divertidas peripecias donde el amor es la llave. Para los más pequeños.
Desde holanda llega “The Yelling Kitcehn Prince”, una propuesta participativa de Timisoara, donde el propietario de la cocina toca el órgano, cocina y todo al mismo tiempo. Circo, percusión, pankake, teatro de calle, música, alrededor de la cocción de una tortilla. 27mínutos frenéticos para este “príncipe de la cocina”.



Los valencianos de Teatro del Poble llegan con “Cuzco”, un argumento acerca de las relaciones de pareja con gran éxito de crítica y público. Una pared desnuda, un cuarto de hotel, una pareja que se aleja hasta Perú para descubrir lo lejos que está, una búsqueda de la propia identidad en una habitación vacía y universal. Un excelente trabajo actoral y de dirección, con un humor a veces cruel y sonidos andinos como fondo para los protagonistas: Él y Ella.

The Ratpack conseguirá emocionar con su espectáculo de danza “Spakeasy”, ambientado en un local en la época de los gansters. Este espectáculo híbrido (circo, referencias cinematográficas, y hip-hop), atrapa al espectador con sus personajes-tipo: la Betty Boop, el barman loco, el capo, el anarquista,. Todo ello en clave de cine negro. Un espectáculo sobresaliente el estos seis acróbatas y bailarines con reminiscencias de Coppola, jazz, Tarantino y Scorsese, funk y mucha diversión.


El extremeño Pablo Bigeriego realiza un “tour de force” en el sótano del López de Ayala. “Diario de un Loco” es la narración de Gogol sobre el descenso cotidiano a la locura. La paulatina degradación mental de este esquizofrénico es representada por el actor con certeza en casa una de sus etapas. Un texto exigente en un escenario casi desnudo (una percha, una mesa, un batín) que Bigeriego alquimiza y hace suyo, llevándose al espectador a los abismos de la locura (sin perder ese tono satírico gogoliano) incluso en el desconcertante epílogo.
El Avispero Producciones presenta su visión sobre el universo de las redes sociales, el postureo, su oferta atractiva, pero con zonas oscuras: @LONE. Otro de los estrenos del Festival.

Finding Joy es la aportación británica que llega de la mano de la compañía “Vamos Theatre”. Una mirada tierna, entrañable y lúdica sobre el fin de la vida. Interpretes con máscaras, arropados por la música. Tristeza y humor para el enfrentamiento a a vejez de una persona que amamos. Una reflexión en clave de mimo sobre nuestras vidas que se convierten en “historias” a través de los ojos de una abuela y de Joy. Una obra silente con detalles de una triste comicidad, como cuando la abuela insta al nieto a abrocharse la chaqueta, mientras ella vaga en camisón por las calles. Agridulce propuesta, novedosa, que llega con la compañía de títeres líder en Reino Unido.






La aclamada compañía “Atalaya Teatro” se enfrenta a una de las obras menos conocidas de Federico García Lorca. Una puesta en escena arriesgada del “Teatro Imposible”, con claras influencias surrealistas. Con la habitual calidad de la compañía, esta obra es una rapsodia donde los actores triplican personajes, cantan y se acercan a las técnicas circenses. La iluminación entre expresionista y surrealista (riesgo asumido), escaleras infinitas o espejos. El trabajo actoral es notable, con ruptura de la cuarta pared (los actores surgen del patio de butacas). Un espectáculo lorquiano apoteósico.

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