Nos encontramos sin duda ante la obra mas completa de aproximación a uno de los artistas más evasivos, escurridizos y autónomos de la historia del cómic. Dibujante que nunca se sometió a estéticas o géneros y creció como artista independiente. Este es un riguroso estudio; no exento de amenidad y humorada; sobre el historietista más evanescente, independiente y huidizo que se pueda imaginar. Barry Winsord-Smith, posee una elegancia mágica en sus trazos, influidos por los Prerrafaelistas como Edgard Burne-Jones, o las fascinadoras líneas de Dante Gabriel Rossetti. Posee una obra poco extensa en comparación con otros dibujantes, pero su influencia y estilo han superado la mayor capacidad de trabajo (o de sumisión a la editorial) y son referentes ineludibles para cualquier amante del noveno arte. Este trabajo recoge su vida y obra de modo ameno, y es difícil desertar una vez comenzado. En su infancia, el dibujante comenzó a interesarse por los cómics de Harold R. Foster (Principe Valiente, Tarzán) no es mal comienzo inspirarse en uno de los príncipes de la historieta, pero Barry también reconoce influencias del ilustrador William Heath Robinson, que pueden rastrearse en su temática mitológica. Lector incansable de John Steinbeck, su aproximación al teatro; fomentado por el movimiento de los “Jóvenes Airados”; como Allan Sillitoe, autor de la aclamada:
martes, 21 de octubre de 2014
La Mirada Infinita. Manuel Barrero
Nos encontramos sin duda ante la obra mas completa de aproximación a uno de los artistas más evasivos, escurridizos y autónomos de la historia del cómic. Dibujante que nunca se sometió a estéticas o géneros y creció como artista independiente. Este es un riguroso estudio; no exento de amenidad y humorada; sobre el historietista más evanescente, independiente y huidizo que se pueda imaginar. Barry Winsord-Smith, posee una elegancia mágica en sus trazos, influidos por los Prerrafaelistas como Edgard Burne-Jones, o las fascinadoras líneas de Dante Gabriel Rossetti. Posee una obra poco extensa en comparación con otros dibujantes, pero su influencia y estilo han superado la mayor capacidad de trabajo (o de sumisión a la editorial) y son referentes ineludibles para cualquier amante del noveno arte. Este trabajo recoge su vida y obra de modo ameno, y es difícil desertar una vez comenzado. En su infancia, el dibujante comenzó a interesarse por los cómics de Harold R. Foster (Principe Valiente, Tarzán) no es mal comienzo inspirarse en uno de los príncipes de la historieta, pero Barry también reconoce influencias del ilustrador William Heath Robinson, que pueden rastrearse en su temática mitológica. Lector incansable de John Steinbeck, su aproximación al teatro; fomentado por el movimiento de los “Jóvenes Airados”; como Allan Sillitoe, autor de la aclamada:
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