Si nos encontrásemos frente a un
libro de ficción, no dudaría en calificarlo de apasionante. Así lo atestiguan
el ritmo narrativo, el argumento; con ese montaje paralelo más propio del cine;
o la tremenda historia humana que destilan estas páginas. Pero darle ese
tratamiento a lo que ha sido la peripecia vital de un ser humano acorralado, a
lo que es un canto lacerante de la soledad humana, y presentarlo tan sólo como
un
thriller tan negro como
la España que muestra, me
parece una falta de respeto al protagonista de esta historia tan dolorosa como
real. Nacida cono Teresa Pla Meseguer,
La Pastora vivió en
una continúa huída del mundo y de si misma. Hermafrodita en un tiempo de
oscurantismo, acosada en una España trágica, una España que habría sido de
opereta y sainete; una patria garbancera; de no haber causado tanto dolor,
tanto sufrimiento gratuito, tantas humillaciones inmensurables.
Donde nadie te encuentre es ante todo la
aventura humana de aquel a quien le toca nacer y sufrir una época histórica. Es
la soledad infinita de Teresa, luego llamada Florencio en esa España negrísima
con contornos de catafalco y olor a cerrado. Este es el país que encuentra un
siquiatra de
La Sorbona;
especializado en mentes criminales; que piensa que la protagonista reúne las características
para sus estudios, debido a la propaganda franquista que la presenta como un
monstruo ahíto de sangre. Durante su viaje iniciático por un país que no deja
de asombrarle por su atraso espiritual y coyuntural, es acompañado de un
periodista voluntarioso. Al final de este éxodo, decepcionado, abatido. aún es
capaz de arrancarle a la vida la positividad de un personaje que no se ha
dejado vencer, frente a su profunda decepción en un país de delatores, y
supervivientes, donde nada es lo que parece. Después de una vida de vejaciones
y vacíos, Teresa cambia sus ropas de mujer por las de hombre al ingresar en el
maquis. Al final ha encontrado un lugar donde se le acepta como es, y asimila
la ideología del grupo convirtiéndose en uno más, pero las circunstancias le
devolverán a su soledad eterna, cuando todos los compañeros vayan cayendo
abatidos por el enemigo. El francés vuelve a su pais tras comprender
entrevistando a
La Pastora
que las mentes criminales están en otra parte y que en una guerra al final
todos son vencidos. No sin antes llevarse un último y amargo desengaño, de un
país que no acaba de comprender. El libro es ante todo un poema a la inmensa
soledad del hombre, una elegía a todos aquellos que tienen la desgracia de
nacer en un lugar y un tiempo equivocados. Y lo hace reivindicando la memoria
de tantos otros en la persona de
La Pastora. Descansa
en paz, donde nadie te encuentre,,,,
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