Sorprende encontrar al frente de esta
producción al artífice de los blockbuster del universo Marvel; por otra parte
apreciables obras en su género; alejadas estética y conceptualmente de los
parámetros de esta Road Movie, con cierto
aire de cine independiente, pero narrada en clave de factoría mayors. Conociendo y entregando lo que
el público desea en una película con estos planteamientos. John Favreau, convertido
en catalizador de todo lo que aparece en pantalla, nos ofrece una comedia
agridulce, previsible, pero no por ello
menos entretenida, con su visión standardizada del sueño americano. Es el
tratamiento que le da, lo que convierte un rutinario y mil veces visto
argumento, en algo lúdico, apoyado en la empatía que despiertan los personajes.
Se agradece, para variar, que los grandes nombres queden en segundo plano, casi
como cameos. Dustin Hoffman, Scarlett Johansson o Robert Downey Jr (que ya
trabajo a sus ordenes en Iron Man) cumplen funciones anecdóticas dejando al
resto del elenco campar a sus anchas. El viaje iniciático de un chef que ha
tocado fondo, junto a un hijo; del que no se ha preocupado nunca; da lugar a
situaciones cómicas o sentimentales, que se dejan ver sin demasiadas
exigencias. La base está en el ritmo narrativo, los ágiles e ingeniosos
diálogos y una frescura exenta de toda pretensión. A destacar su homenaje al
mundo latino y al universo de los fogones. Chef pertenece a ese género que
consigue que nuestros jugos gástricos funcionen con independencia del cerebro. Un
homenaje al arte nutricio, teniendo como cómplice a un espectador que
literalmente saborea al preparación de cada plato. Y es este amor por la cocina,
como sucedía en la japonesa Tampopo o
esa otra joya de los fogones que es Deliciosa
Martha, donde la complicidad de la sala
se dispara, haciendo olvidar la excesiva blandura del conjunto y la falta de
acidez en el argumento. Se saborea el cine detrás y delante de la cámara, en un
producto que despierta simpatías, con interpretaciones correctas de John
Legizano y una esforzada Sofía Vergara, aunque en el doblaje se pierde todo el
contraste de acentos y diálogos de la V.O.
Trufada de una banda sonora que invita a invadir la pista. Chef es una película sin pretensiones
filosóficas, etiquetada para todos los publicos, y como tal hay que juzgarla.
Salir de un metraje dilatado, sin apenas haberte dado cuenta, dice mucho en su
favor. Y es que en la vida hay tiempo para apreciarlo todo. Del mismo modo que
un día te apetece fragmentarte las neuronas con los diálogos y enfoques de
Bergman, o flipar en el universo alternativo de David Lynch; sintiéndote un
kultureta de salón; en otras ocasiones tan sólo quieres un artesano hábil, que
te haga olvidar la mediocridad que nos rodea o echarte unas risas. Sucede igual
con la comida, unos días te aventuras en un restaurante deconstructivo; donde por
dos hojas de lechuga y un trozo de nabo (con nombre cursi en francés) te meten una clavada del quince, y otros, lo
que realmente te levanta el ánimo es un delicioso y pringoso bocadillo cubano.
Bon apetit¡
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